Muchas veces pasamos tantas horas delante de una pantalla que sin darnos cuenta nos perdemos las cosas bellas que pasan a nuestro alrededor.
Además cada vez más tenemos la necesidad vital de mirar el móvil a todas horas. Es un gesto reflejo en cada pausa. Pues bien, pasar muchas mirando dispositivos móviles puede cambiar tanto la estructura como la función de nuestros cerebros. Perdemos concentración y capacidad de recordar, pensar con profundidad, etc.
¿Los dispositivos móviles y las apps están creados para ser adictivos?
Por supuesto.
¿Y qué podemos hacer para desintoxicarnos de dicha adicción?
1.-Podemos buscar o incluso intentar recordar las cosas placenteras que nos gustaba hacer antes de tener un teléfono con internet. Como charlar tranquilamente con algún amigo, pasear, leer un buen libro, etc.
2.-Dejar de publicar fotos o comentarios para esperar la aprobación o el amor de los demás. Todos tenemos la necesidad de ser amados y teniendo “me gusta” o comentarios positivos hace que nos sintamos bien. Pero realmente no necesitamos estas cosas para sentirnos queridos. Profundicemos en nuestro interior y averigüemos el verdadero motivo de porque no sentimos ese amor. Quizás somos nosotros mismos que no nos queremos demasiado.
3.-Tener un despertador normal en vez de un móvil también es una cosa positiva en cuanto a desintoxicación se refiere. Si tenemos la tentación tan cerca es más fácil que lo primero que hagamos es consultarlo antes de acostarnos y en cuanto abrimos los ojos.
4.-Inhabilitar las notificaciones y borrar las redes sociales del móvil. Siempre podemos consultar todo desde un ordenador más tarde.
5.-De vez en cuando observar a la gente de alrededor y ver como la mayoría siguen haciendo lo mismo que hacíamos nosotros hasta hace muy poco. En cualquier estación de metro, tren o parada del autobús podrás ver como todos miran al teléfono sin excepción.
Por último pedir ayuda sin avergonzarnos si no podemos solos. Como en cualquier adicción lo primero es reconocerla y después ponerle remedio.
Y recuerda antes de coger el móvil para un segundo y hazte una pregunta. ¿Realmente necesitas mirarlo?