Los primeros síntomas de embarazo son los indicadores más esperados por todas las mujeres que estamos buscando descendencia y, en ocasiones, ponemos tanta atención a localizarlos que podemos confundirlos. A todas nos pasa y es normal, por eso vamos a ayudarte a resolver todas las dudas que te puedan surgir respecto al primer mes de gestación.
Primeros síntomas del embarazo
En primer lugar, cabría destacar que los primeros síntomas pueden confundirse con las molestias previas que podrías notar antes de tener el periodo menstrual, y por eso suelen pasar desapercibidos para la mayoría de las mujeres. Por ejemplo, es común sentir calambres o pinchazos en la zona ovárica, pero que notes muchas, pocas o ninguna de estas dependerá de tu nivel hormonal y de cómo te afecte concretamente.
Vamos a ver los síntomas más habituales entre la primera semana y el primer mes tras la fecundación.
Como sabrás, la fecundación propiamente dicha se realiza en las trompas de Falopio, cuando coinciden los espermatozoides con el óvulo y al menos uno de ellos consigue entrar en él. Es a partir de ese momento cuando ambas células empiezan a compartir la información que dará lugar al nuevo ser.
Es entre siete y diez días después cuando el embrión se implanta en el útero. Esta implantación puede dar lugar a un ligero sangrado, menor al que se observa en una regla normal y de un máximo de dos días de duración. Este manchado sería el primer indicio de un embarazo. Tras este proceso, cualquier sangrado posterior podría suponer una amenaza de aborto, por lo que convendría ir al ginecólogo ante cualquier duda.
El siguiente indicador sería un retraso en la menstruación, haya habido o no ese manchado que comentábamos. Si tu regla se retrasa sería conveniente que te hicieras un test de embarazo.
En esos días de retraso es posible que observes ciertos cambios de humor, otro de los primeros síntomas. Enfados raros, ganas de llorar, súper felicidad inesperada o hipersensibilidad; si es tu caso, debes tener paciencia. Hay una hormona, conocida también como “hormona del embarazo”, la gonadotropina coriónica humana o GCH, que es justo la que detectan los test o analíticas y que es producida por el embrión. Esta GCH, unida a los estrógenos y a la progesterona, son las que te van a llevar por ese tiovivo de emociones.
Si quieres sacarle partido a tu estado te recomendamos que aproveches para hablar con tu pareja sobre tus emociones y que le hagas partícipe de las etapas por las que vas pasando, pero si te sientes desbordada y no sabes cómo manejar ese torrente de sentimientos, consulta con un especialista.
Tras el sangrado, el retraso del periodo y los cambios de humor notarás que tu pecho ha crecido y quizás también lo tengas más sensible. Será algo evidente para ti y tendrás la impresión de que ha sucedido de un día para otro, así que quizás debas comprar ropa interior nueva.
También empezarás a notar esos calambres de los que hablábamos al principio, un dolor pélvico habitual durante el primer mes, parecido a los calambres que puedas sentir durante el periodo, incluso un poco más intensos. Tranquila, pasarán en unas semanas.
Otro de los síntomas de embarazo más comunes es la aversión que aparece ante ciertos olores. Normalmente, no suele obedecer a nada coherente y es diferente en cada mujer, es decir, podrías de repente detestar tu colonia favorita y apreciar otros aromas que antes te parecían repulsivos. Esto se extiende también a los alimentos, ya que puede apetecerte comer algo que detestas y viceversa.
Respecto a las náuseas, es verdad que hay embarazadas que llegan a vomitar, pero no creas que es lo más común ni tampoco tienen que ser por la mañana. La sensación de estómago revuelto o de esas náuseas es algo que podría acompañarte durante todo el día, aparecer por las tardes o entre comidas. Puede ir desde lo soportable hasta lo incómodo e incluso derivar en el vómito, pero no es lo más habitual.
Lo primero que va a suceder en tu útero, tras la implantación, es un ligero alargamiento, y el resultado será que, aunque no se te note nada todavía, tengas ganas de ir al baño con más frecuencia, sobre todo en el primer mes y las últimas semanas de la gestación. Podrías notar una ligera sensación de hinchazón abdominal.
Otro de los síntomas más obvios tras la primera semana es la somnolencia, y es que tu cuerpo está, literalmente, fabricando otro ser humano, lo que supone un esfuerzo extra y una sobrecarga para el organismo (efecto, asimismo, del aumento de progesterona).
Si cumples todos o alguno de estos parámetros te damos la bienvenida al maravilloso mundo del embarazo.
De qué te tienes que despedir
Es hora de tomar ciertas precauciones en la alimentación y de que dejes atrás alimentos, infusiones y tareas que no te van a beneficiar en nada:
- Mariscos, carnes (poco hechas o crudas) o pescados crudos, sácalos de tu vida inmediatamente.
- Cero alcohol.
- Modera el consumo de cafeína y de sal.
- Los refrescos, cuanto menos, mejor.
- En cuanto a las infusiones, nada de poleo, camomila, tés darjeeling o earl grey, valeriana, salvia, ortiga ni hierba de San Juan.
- Los vegetales, bien lavados siempre.
- Sería recomendable que empieces a usar guantes de látex para realizar tareas como cocinar (si manipulas carne o pescado crudos).
- Procura añadir vegetales de hoja verde en tu alimentación diaria (ricos en ácido fólico) y frutas.
Aliviar las náuseas
Este también es otro punto que varía mucho de unas mujeres a otras, pero debes tener en cuenta que las comidas muy copiosas o especiadas podrían empeorar tu sensación de náuseas. Es mejor que optes por platos más ligeros además, los plátanos serán grandes aliados.
Reduce tus porciones y come con más frecuencia, así mantendrás tu estómago bajo control. Quizás tengas que llevar frutos secos o alguna pieza de fruta en tu bolso. Bebe mucha agua. El jengibre te ayudará a aliviar esa sensación y también los descansos y las siestas.
¿Un truco? Mastica copos de avena.
La primera semana de embarazo
Es posible que esta sea la más rara de todas porque sentirás molestias como cuando tienes la regla, pero sin la regla. Como el embrión aún no tiene latido no puedes comprobar si va todo bien y eso ayudará a que te sientas en la tesitura de “no sé si me lo creo”.
Serán días de estallar de felicidad o sucumbir, acto seguido, a los mil y un miedos que se te pasarán por la cabeza. Es posible que quieras repetir el test de embarazo y que no sepas muy bien qué hacer o dónde ir.
A pesar de estar buscando bebé, los principios siempre son muy intensos y cada una los vivimos de manera diferente. Por suerte hay mucha información que te hará sentir más reconfortada. Aleja los malos pensamientos de tu cabeza e intenta conectar con tu bebé, asegúrale que todo irá bien y visualízate embarazada y feliz. Procura que en esa conexión se apoye sobre todo en pensamientos positivos y alegres y no dudes en hablarle.
Busca actividades relajantes para los siguientes meses, como yoga prenatal o tai chi, y busca tiempo al día para pasear tranquilamente. Consulta con el especialista las dudas que tengas respecto a la actividad física o al nivel de intensidad de la misma, pero es posible que debas esperar varias semanas por precaución.
Nuestra recomendación es que trates de estar lo más tranquila posible, que empieces a adoptar hábitos saludables, sobre todo en tu alimentación, como los que te hemos indicado, y que pidas cita en tu centro de salud con tu matrona para iniciar los procesos y las analíticas que después, servirán para hacer el seguimiento de tu estado.
El primer mes de embarazo
En este primer mes es posible que ya hayas pasado por todos o casi todos los síntomas de embarazo que hemos citado, aunque en el caso de las náuseas en ocasiones aparecen después de este periodo.
Los calambres podrían reducirse ya y será momento de que veas a tu matrona para que te informe de cómo se desarrollará el proceso durante las siguientes semanas. Te dará tu cartilla de embarazada para anotar los detalles de las analíticas, talla, peso y todos los progresos, además de concertar tu primera cita con el tocólogo, alrededor de la sexta o séptima semana. Será entonces cuando podrás escuchar el latido de tu bebé y confirmar que todo sigue bien.
En estos días se empezará a formar el sistema nervioso del feto, aunque su forma será aún un poco rara y todavía no se le podrán distinguir las extremidades. Ya tendrá estómago y pronto todos los órganos principales y su tamaño oscilará entre los 2 y los 5 milímetros de longitud.
Puede pasar que durante las primeras semana el embrión no se separe correctamente o no se implante bien; por eso este periodo es cuando pueden darse los abortos naturales.
Finalmente, verás que el primer mes pasa volando, acortando así el tiempo de espera y en menos de lo que crees podrás, por fin, conocerle. Ten paciencia con los primeros síntomas de embarazo.