Si por un casual eres el mandamás de una discográfica multinacional y te da por tocar las lujuriosas y brillantes pelotas del rey de Minneapolis (lo de príncipe se le quedó chico ya desde su nacimiento) van a pasan, irremediablemente, tres cositas. A saber:
La primera de todas ellas es que este pequeño genio se va a marcar, en su casa y con su gente, un pedazo de disco sin apenas corrérsele el rímel.
La segunda es que va a pasar de tu culo a la hora de pasearse por todos los medios de comunicación para hacerte la promo del dichoso trabajo.La tercera... La tercera es la mejor de todas, pues seremos nosotros los afortunados por escuchar la desbordante creatividad de discos como este 'Chaos And Disorder': Cuerdas al rojo vivo a lo Hendrix ("Zannalee" y "I Like It There"), Pop de azucarillo y vida ("Dinner With Delores", "The Same December" y "Right The Wrong"), Hard-Rock escratcheado ("Chaos And Disorder"), Raggamuffin ("I Rock, Therefore I Am"), juegos de medios tiempos y baladas para ablandar corazones ("Into The Light"/"I Will"), Hip-Hop Industrial ("Dig U Better Dead"), cacofonías maravillosas ("Had U")... Una locura.