Dña. Letizia eligió en esta ocasión un little black dress, de escote asimétrico, sin mangas, que define su silueta y con largo a la rodilla. Lo combinó con clutch de Burberry y zapatos de salón de Magrit.
Un vestido negro, un clásico de fondo de armario, casi siempre suele resultar un acierto. A Dña. Letizia le sientan bien los diseños lápiz o rectos, mejor con algo de manga.
El maquillaje como de costumbre no incluye el cuello.
La Princesa de Asturias lució pendientes muy tendencia, unos favorecedores aros de brillantes y la espectacular pulsera Art-Decó, de Cartier, que le hemos visto en otras ocasiones.
Llamó la atención su peinado, un falso bob, que consiguió el efecto deseado de acortar su melena por encima de los hombros y mostrar su cuello.
Los Príncipes de Asturias presidieron la cena homenaje a Enrique V. Iglesias, como reconocimiento a su labor al frente de la Secretaría General Iberoamericana.
No era la primera vez que Dña. Letizia lucía este peinado. En su viaje a California y para una cena en casa del embajador americano en España, eligió un peinado muy parecido y un conjunto estilo "belle epoque" de Felipe Varela. (Arriba).
Los Príncipes de Asturias presidieron la cena homenaje a Enrique V. Iglesias, como reconocimiento a su labor al frente de la Secretaría General Iberoamericana, que se celebró en la Casa de América de Gijón.
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