Estos días que una gripe malísima se las arregló para tenerme en cama mirando las paredes, pensaba en cuántas cosas ha cambiado en mi vida la publicación de Princesa y cuántos descubrimientos sobre mí me ha permitido hacer.
Y lo curioso es tan sólo han pasado seis semanas, mes y medio, desde que la historia de Dakota y Tess viera la luz, pero tengo la sensación de haber hecho un camino tan intenso como largo en compañía de personas, en su mayoría desconocidas para mí, que me han ofrecido su tiempo, su interés y su apoyo. He catado lo bien que sabe una palabra de ánimo, lo bien que sienta y cuánta falta hace a veces aunque no te des cuenta. Y no creas, para alguien que milita desde siempre en el club de los “tengo claro lo que quiero y cómo lo quiero”, los efectos de algo tan simple como un “¡adelante!” -palabra que a estas alturas seguro que lleva ®Pepe de la Rosa-, pueden ser tooooodo un descubrimiento. Para mí, lo ha sido
Ya lo he dicho en otro post, y lo repito: mi gran sorpresa continuada ha sido y sigue siendo la colaboración que recibo a diario de webs, foros, reseñadoras y bloggers. Es ALUCINANTE. Creo que no hay otra palabra que lo defina mejor que ésta, y aunque GRACIAS suene gastada y repetitiva, es la que hay. GRACIAS, de corazón. Por cierto, echa un vistazo a mi Media Room porque hay nueva reseña de Princesa (¡Gracias, Dreamer de Devorando Libros!)
¡Ay, cómo me gusta que me tomen por sorpresa, especialmente cuando al hacerlo compruebo que estaba equivocada en algo!
Por ejemplo, las entrevistas. Me considero una persona muy reservada, y algo que me traía de cabeza cuando empecé la promoción de Princesa fue cómo llevaría el “área entrevistas”. Honestamente, pensé que sería una de esas cosas por las que pasaría a base de grandes dosis de disciplina y moderación. Si hubieras podido verme cuando recibí el correo con el cuestionario de las chicas de El Rincón de la Novela Romántica… ¡Creo que hasta tenía un gesto de dolor cementado a la cara mientras esperaba que el mensaje se abriera! Suspiré aliviada (lo digo en serio) cuando leí las preguntas y de pronto, me puse a responderlas como si fuera algo que hubiera hecho toda la vida. No sólo no fue doloroso, fue grato.
Esta semana he vuelto a repetir experiencia, esta vez en la Ciudad Literaria MeLibro. Se trató de una entrevista cien por cien literaria con preguntas de tipo general que me permitieron ir un pasito más allá en el descubrimiento: me gustó meditar las respuestas y también, la sensación de compartir un poco de mí con los lectores. Nunca pensé que algún día diría ésto y si hacerlo me resulta raro, imagínate cuando lo pienso en frío e intento asociar en una misma frase las palabras “me gustó” y “hacer esta entrevista”…. A mi parte reservada le sobrevienen unos escalofríos fenomenales cada vez que lo oye
(¡Pero, tranquila, que la otra “parte” se lo pasa pipa!)Pero sin duda dónde más me he sorprendido es en el tema booktrailer. Soy como excesivamente consciente del tiempo -me refiero al minutero- y pensar en hacer un vídeo promocional me daba muchos reparos. Por un lado, y también lo he dicho aquí alguna vez, no tengo clara su utilidad como herramienta promocional. Hablando en plata, ningún booktrailer consiguió “verderme” una novela que no pensara comprar antes de verlo, y por el contrario, sí hubo un par que (vaya mala suerte) me hicieron cambiar de idea y no comprar un libro que en principio (sin el trailer) habría (seguramente) comprado. Por otro lado, si nunca has hecho siquiera un vídeo casero del cumpleaños del peque de la familia (como es mi caso), la curva de aprendizaje puede ser cosa seria. Súmale las horas viendo películas, seleccionando escenas, buscando imágenes y un largo etcétera… ¡y ya tienes una explicación de por qué Patricia Sutherland se tomó nada más y nada menos que la friolera de OCHO MESES en decidirse a dar el salto a la gran pantalla
¡Y que conste que aún no hemos llegado al punto de “abre el editor de vídeos y entérate de qué va toda esta pesca”. No voy a aburrirte con los “entremeses”. Sólo diré que compré el software hace seis días y hoy he subido el vídeo a YouTube. Fueron muchas horas, es cierto, pero me lo he pasado tan requete-bien que repetiré experiencia. Te lo aseguro. Fue apasionante ver cómo la historia tomaba forma ante mis ojos. Lisa y llanamente, apasionante. Y no sé si funcionará para lo que debe valer -o sea, vender más ejemplares de Princesa- pero como se suele decir… ¡que me quiten lo bailao!
Aquí te dejo el resultado de seis días de trabajo para que juzgues por tí misma.
¡Que lo disfrutes y hasta la próxima!