Principales diferencias entre varios tipos de parto

Con Agosto casi acabado tenemos que ir mentalizándonos para volver a la rutina, una rutina un tanto cambiado con el panorama que tenemos. Pero cambiando de tema hoy en el blog de lacestitadelbebe.es vamos a ver los diferentes tipos de parto que existen y sus diferencias.

A veces, cuando estamos a punto de dar a luz, el médico comienza a insinuar palabras que no nos son familiares y pueden resultar confusas. Un claro ejemplo de esto es cuando mencionan dos tipos de parto vaginal que se pueden realizar, parto eutócico como el parto distócico. Se trata de dos palabras que no necesitamos saber qué significan en un principio, pero que pueden sonarnos muy parecidas aunque sus significados sean completamente opuestos.
Veremos cuál es la diferencia entre parto distócico y eutócico, qué incluye cada uno de ellos y sobre todo: qué complicaciones pueden presentarse y qué hace que el parto normal sea una condición de riesgo para la madre y el bebé en cualquier momento.

Parto distócico

El trabajo de parto distócico se conoce como parto espontáneo, donde se requiere una intervención médica de última hora o cualquier tipo de procedimiento quirúrgico para completarlo, ya que es difícil que el feto o la madre den a luz de forma natural.
Si bien existen contracciones uterinas regulares y coordinadas durante el parto, con una dilatación normal del cuello uterino para facilitar el descenso del feto por el canal del parto, existe un retraso en el parto, una restricción u obstrucción que puede poner en riesgo al bebé. Suelen ser los partos que tardan más y que eventualmente requieren atención médica para que salga el bebé.
Para que un parto vaginal normal se considere difícil, debe existir un problema de origen materno o fetal, o relacionado con una parte del proceso del parto, como la placenta, el cordón umbilical o el líquido amniótico.

Tipos de problemas distocias que se pueden producir en el embarazo

• Trastorno de disociación mecánica materna. Pueden deberse a huesos de la madre o partes blancas, que dependiendo de la disposición de la pelvis dificultan la salida del bebé al nacer, impidiendo el paso de la cabeza por falta de espacio. Este es un trastorno que solo se puede diagnosticar cuando la mujer está dilatada, por lo que se debe tomar una decisión sobre la intervención médica en el momento del parto.
• Trastorno del movimiento materno. Cuando las contracciones uterinas se debilitan e interfieren con el parto normal, con contracciones poco frecuentes o de baja intensidad. Las contracciones pueden ser muy fuertes, muy frecuentes, débiles o poco frecuentes, o no tan coordinadas como deberían ser.

• Trastornos fetales. Ocurren cuando el bebé no está posicionado correctamente para salir del canal de parto, porque el bebé está horizontal, inclinado o porque el bebé sale de los pies o las nalgas. Lo más habitual en estos casos es realizar una cesárea en el último momento para evitar al máximo el daño al feto.

Parto eutócico

 Pero lo más habitual es que los partos vaginales se realicen como excepcionales, es decir, que se repitan de forma natural, sin cambios ni riesgos para el bebé ni para la madre. El parto prematuro es el más habitual, el bebé llega en decúbito prono, las contracciones son normales, y aunque puede tardar más de lo que nos gustaría, no supone ningún riesgo y funciona con normalidad. En un embarazo sencillo, la madre no sufre ningún tipo de complicación, culminando en un parto seguro y un bebé sano.

¿Cómo es un parto natural? 

Es el que sigue todos los pasos correctos de forma natural y el bebé nace sin problemas.
Ahora que conoces la diferencia entre los dos tipos de parto, solo cálmate en tu fecha de parto, los médicos te brindarán toda la ayuda que necesitas para tener la experiencia más segura y hermosa de tu vida.

Esperamos que disfrutéis mucho de esta bonita experiencia, disfrutar con cuidado y nos leemos en la próxima ocasión!

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