En la temprana fecha de 1790 escribió sus "Reflexiones sobre la Revolución en Francia". Era un duro alegato a la Revolución que aún estaba comenzando. En su escrito parte de un odio manifiesto a "los filósofos de París" (especialmente Rousseau) y al legalismo constitucional (según él, no se puede hacer una constitución). C ritica duramente la Revolución a la que casi llega a considerar un castigo divino a los pecados humanos:
- La Revolución debiera haber sido fuente de orden (como en Inglaterra en el siglo XVII), sin embargo, en Francia, lo ha sido de desorden. Burke estaba impregnado del utilitarismo inglés. El proceso revolucionario francés es un caos.
- La conservación de las tradiciones proporciona la garantía para asegurar el éxito de los nuevos avances.
- Frente al universalismo de la Declaración de Derechos del Hombre, Burke exalta lo maravilloso de las diferencias naturales de lugar, de tiempo, de costumbres...
- El derecho individual a la felicidad implica el derecho a un buen gobierno, pero no a la participación en las discusiones de los negocios públicos ni en el gobierno.
"Los efectos de la incapacidad puesta en evidencia por los dirigentes populares en todos los terrenos fundamentales del Estado van a ser cubiertos en nombre de la libertad 'que todo lo excusa'. Para alguna gente veo que hay gran libertad, en efecto. Para muchos, si no para los más, una opresiva y degradante servidumbre. ¿Pero qué es la libertad sin sabiduría y sin virtud? Es el mayor de todos los males posibles; porque es insensatez, vicio y locura, sin tutela ni restricción. Quienes saben lo que es la libertad virtuosa no pueden soportar verla deshonrada por cabezas incapaces, para tener palabras altisonantes en sus bocas."
K. L. von HALLER (1768-1854)
Este jurista suizo publicó "Restauración de las ciencias del Estado" (1816). Es una reacción contra el Racionalismo del s. XVIII y contra el Liberalismo ("guerra santa a la secta sin dios de los liberales"). Defiende, sobre todo, la legitimidad monárquica; el soberano es dueño de la nación y puede hacer con ella lo que le plazca. El territorio nacional es como un bien del soberano que debe gobernar. El único límite es el respeto que debe a los demás propietarios, por ello existe frente a él una pirámide de libertades y privilegios, pero en ningún caso se puede hablar de contrato entre él y sus súbditos (va contra el Contrato Social).
"Los príncipes no gobiernan en virtud de los derechos que les han sido confiados, no han sido puestos o creados por el pueblo, sino que, al contrario han reunido al pueblo a su alrededor (...) Originariamente, los pueblos no están antes que los príncipes, todo lo contrario, los príncipes están antes que los pueblos..." Haller
Noble, de origen saboyano, había emigrado de Francia huyendo de la Revolución. En 1796 publicó "Consideraciones sobre Francia", obra en la que continua con las ideas de Burke. Algunas de sus ideas:
- Se mostró contrario a la Ilustración y a la Revolución Francesa, un acontecimiento satánico que traía el desorden y el caos.
- Defendió el orígen teocrático de los soberanos legítimos.
- Atacó duramente el constitucionalismo. Ninguna Constitución puede ser el resultado de una deliberación, las naciones tiene una constitución natural. L os derechos del pueblo no están nunca escritos, o al menos, si están escritos son declaración de otros derechos anteriores de lo que se puede decir que existen porque existen.
1.º Ninguna Constitución es el resultado de una deliberación; los derechos de los pueblos no están nunca escritos, [...] los derechos escritos son solo títulos declaratorios de derechos anteriores, de los que solo puede decirse que existen porque existen [...].
3.º Los derechos del pueblo parten de las concesiones de los soberanos, pero los derechos de los soberanos y de la aristocracia no tienen fecha ni autor.
7.º Ninguna nación puede darse la libertad si no la tiene [...].
JOSEPH DE MAISTRE: "Consideraciones sobre Francia"
De familia noble, como Maistre, emigró de Francia huyendo de las posibles represalias que la Revolución pudiera tomar contra él. Con la Restauración volvió definitivamente a Francia (desde su exilio había vuelto de incognito alguna vez) desempeñando un relevante papel político. Algunas de sus ideas:
- Se burlaba del racionalismo y criticaba las constituciones escritas.
- Para él, como para De Maistre, la Historia es la única autoridad indiscutible y recurre a ella como principio de explicación de los principios políticos. Esta Historia está subordinada a los designios de la Providencia.
"Hay una única constitución de sociedad política y una única constitución de sociedad religiosa; la reunión de estas dos constituciones y de estas dos sociedades conforma la sociedad civil; una y otra constitución son consecuencia de la naturaleza de los seres que componen cada una de ambas sociedades, al igual que la gravedad es resultado de la naturaleza de los cuerpos"
"El hombre no puede dotar a la sociedad de una constitución política, como ampoco puede dotar de gravedad a los cuerpos o de extensión a la materia"
DE BONALD: "Teoría del poder político y religioso"
RIVAROL (1753-1801)Tras dar un giro en su pensamiento (tuvo contactos con Voltaire), se pronunció contra la Revolución. Huyó de Francia en 1792. Defendió la Iglesia y la Monarquía (aunque atacó a Luis XVI), criticó la Declaración de Derechos, denunció las ilusiones de la soberanía popular y de la igualdad...
Los románticos alemanes abundaron en estas ideas. El fundador de la Escuela Histórica de Derecho, el jurista Savigny, emprendió una campaña contra su colega Thibaut que quería dotar a Alemania de un derecho uniforme. Decía Savigny que el elemento creador de derecho (como la lengua o las costumbres) es el espíritu del pueblo (Volksgist) y por lo tanto era absurdo querer remodelarlo por los hombres en función de las distintas circunstancias. Hay que preservar los valores y leyes tradicionales sobre los que se ha asentado la sociedad. En otras palabras, estaban en contra de las modernas constituciones. escritas.
Los Románticos experimentaron, cada vez más, una profunda influencia del catolicismo, aportando una justificación teológica a las ideas de legitimidad, de jerarquía, de obediencia.