El plan estratégico es un documento donde los responsables de la organización reflejan la estrategia a seguir por la compañía a medio largo plazo. La existencia de un plan que marque las directrices y el comportamiento a seguir por la organización para que esta pueda alcanzar los objetivos marcados, presenta muchas ventajas pero también algunos inconvenientes que pasamos a detallar a continuación:
- Falta de compromiso de la dirección: A parte de presentarse una delegación errónea que genera desentendimiento por en los mandos medios, cuando la dirección no se compromete desde el inicio y deja a la deriva procesos del plan estratégico asumiendo que todo va bien, en la mayoría de los casos se fracasa en la aplicación de determinados procesos, situación que puede generar un daño colateral en los demás departamentos administrativos de la empresa y vulnerar áreas importantes dentro de la empresa.
- Puede suponer una importante inversión de tiempo, dinero y personal: diseñar un documento que marque la línea a seguir, especialmente en aquellas empresas con grandes y complejas estructuras, puede requerir un importante esfuerzo fundamentalmente de tiempo, lo cual lleva a aumentar los costos en términos de horas por hombre.
- Falta de continuidad: Al ser un programa estructurado a mediano y largo plazo debe permanecer un compromiso constante, quiere decir esto un seguimiento y una continuidad permanente en los procesos a implementar, si no existe un seguimiento será muy difícil medir nuestros procesos y como tal calificarlos, llegara el momento que todo se salga de las manos, y no haya manera de generar cambios eficaces y eficientes que den la alineación adecuada a nuestro plan estratégico y por ende al funcionamiento de la empresa.
- Limitación por la poca precisión de información y por la incertidumbre de los hechos futuros: las condiciones del mercado son muy cambiantes por lo que es imposible predecir con exactitud lo que sucederá en un futuro. Resulta fundamental en este caso que la organización cada cierto tiempo revise el plan estratégico y que este sea adaptado a las nuevas condiciones del mercado, ya que seguir un camino preestablecido independientemente de los cambios que puedan producirse en el escenario que rodea a la empresa, podría tener graves consecuencias para la misma.
- Comunicación deficiente: Los seres humanos nos distinguimos de los demás seres vivos por la comunicación asertiva que poseemos, ello nos ha llevado a ser “superiores” por tal razón una empresa donde la comunicación no fluya es sin duda una empresa que no tiene dirección, carece de derroteros y tiende a caer en caos.
- Puede retrasar los cambios de rumbo o las acciones que una empresa tiene que realizar debido a las necesidades del mercado: existen situaciones y momentos del mercado que requieren de respuestas casi instantáneas, por lo que si se trata de implantar planes de acción de forma rápida, la necesidad de ceñirse a un plan estratégico puede encorsetar a la organización llevándola a tomar decisiones o establecer acciones de forma tardía.
- Puede ahogar la iniciativa: ceñirse de forma estricta a un plan estratégico puede llevar a la organización a tomar siempre la opción más racional y exenta de riesgos.
- Importancia requerida: En ocasiones las directivas se estancan en procesos del pasado y no le dan la importancia suficiente a un plan estratégico porque piensan que es perder el tiempo, obvian los cambios disruptivos, hacen a un lado los sistemas innovadores porque temen romper paradigmas. Estas mentes suelen detener algo inminente que piden los nuevos procesos empresariales.
- Bajo Presupuesto: El presupuesto no es suficiente para la implementación del plan estratégico, debido a que se puede pensar que hay otras modelos dentro de la misma empresa que pueden ser más importantes que el mismo plan estratégico que sin duda a la par es el esqueleto en el que se soportan las nuevas empresas.
- Mal diseño del plan estratégico: Un mal diseño del plan estratégico, realizado por cumplir con un requisito puede generar un caos administrativo, por ello es tan importante tanto un plan estratégico, como un plan de acción o el decálogo de procedimientos. Además, puede darse la tendencia a realizar una planificación excesiva, lo cual puede llevar a rigideces en la actuación de los administradores y del personal de la organización general.