Revista Cine
Para los fanáticos del video juego en el que El Príncipe de Persia y las arenas del tiempo está basado, supongo que será un tanto imposible no comparar uno y otro aun cuando los formatos (como comparar una obra literaria con su film derivado) sean completamente diferentes. Lo cierto es que para los suertudos ignorantes, la nueva aventura de Disney es entretenida, un poco semejante a aquellas aventuras primeras de Indiana Jones (salvando las diferencias) y se disfruta en familia a pesar de su previsible argumento.La historia del mendigo devenido en príncipe, como una especie de Cenicienta versión masculina, es atractiva y si a eso se le agrega el condimento de la aventura, el romance, persecuciones y una ambientación exótica, la fórmula - mejor para algunos, peor para otros- funciona y vende. Será por eso que este film recientemente estrenado en Argentina ha logrado en pocos días una recaudación puntera.
La historia nos cuenta la historia de Dastan (Jake Gyllenhaal) quien gracias a su habilidad para escapar de la autoridad atrae la atención del Rey y es adoptado como un hijo más. Así crece como príncipe de Persia junto a sus otros dos hermanos Garsiv (Tobby Kebbell) y Tus (Richard Coyle) hasta que lo culpan por la muerte de su padre y es perseguido. Junto a Tamina (Gemma Arterton), una princesa a la que han atacado y quien guarda el secreto de las arenas del tiempo, deberá desentrañar el maléfico complot que incluye viajes en el tiempo para cambiar la historia de Persia y, por supuesto, evitar que el mundo acabe.
Mike Newell, a quien ya hemos visto tras la dirección de Harry Potter y el cáliz de fuego o La sonrisa de Monalisa entre otros, hace buen uso de la cámara con una muy buena fotografía de la mano de John Seale. La ambientación está bien lograda, digno de un posterior parque temático. Y las actuaciones se dejan ver en un reparto donde más que nada sobresale el personaje carismático de Sheik Amar en la piel de Angel Molina, ya que personalmente Mr. Gyllenhaal no parece del todo cómodo en su rol protagónico y Ms Arterton como la bella princesa quizá hubiera quedado más creíble a mi gusto con la actriz iraní Golshifteh Farahani si no la hubieran encarcelado antes de comenzar siquiera con las pruebas de cámara.
Se dice que esta peli se trae secuelas, pensada como una trilogía en la que vaya uno a saber qué nuevas aventuras se sucederán. Lo cierto es que esta servidora no cree que de para mucho más una historia que ha quedado cerradita con moño y todo, previsible como dijeramos, pero efectiva. No obstante no olvidemos que de tratarse de "las arenas del tiempo" siempre puede haber tela que tramar.
Efectos especiales correctos, mucha patada al estilo matrix y misterio que incluye a la mítica banda de Hassansins a quienes la leyenda les atribuye consumo de drogas extrañas y el poder de controlar la mente; algo un tanto sugerido en la figura del líder de esta, dícese, secta.
Los chicos adorarán el film, los grandes pasarán un grato momento y los cinéfilos exigentes quizá resoplen. Una película de aventuras que de haberse hecho en forma de animación, tratándose de Disney, quizá hubiera quedado fantástica.
Para ver sin mayores expectativas!
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