El príncipe Harry (Enrique) aseguró que mató algunos talibanes durante
las 20 semanas que pasó en Afganistán como piloto artillero de
helicópteros Apache, según declaraciones divulgadas este lunes
coincidiendo con el final de su misión en ese convulso país
centroasiático.
El ministerio de Defensa anunció el lunes que el
tercero en la línea de sucesión al trono de Inglaterra partió de
Afganistán, tras cumplir con la misión que comenzó el pasado 7 de
septiembre, reportó The Associated Press.
Interrogado por
periodistas durante su estancia en Camp Bastion, la mayor base británica
en Afganistán, sobre si había matado insurgentes desde su helicóptero
de combate, el príncipe Enrique contestó: "Sí, como ha hecho mucha
gente".
"Cobrarse una vida para salvar una vida (...) es en lo
que consiste, supongo", agregó Harry el príncipe en declaraciones a la
AP, que lo entrevistó en tres ocasiones en la sureña provincia de
Helmand con la condición de no divulgar nada hasta el fin de la misión.
"Si hay gente tratando de hacer algo malo contra los nuestros, entonces los ponemos fuera de juego", precisó.
El capitán Wales
La
misión de Enrique, o el "Capitán Wales" como se le conoce en las
fuerzas armadas, que integraba un escuadrón de 130 personas, consistió
en vigilar, apoyar a las tropas de la coalición internacional que luchan
contra los talibanes, escoltar a otros aparatos británicos y
estadounidenses en misiones de rescate y, en caso de necesidad, entrar
en combate.
"Disparamos cuando tenemos que disparar, pero
esencialmente somos más una fuerza disuasiva que cualquier otra cosa",
precisó el príncipe, de 28 años.
El hijo menor del príncipe
Carlos ya había vivido una primera experiencia militar de 10 semanas en
Afganistán como controlador de cazabombarderos en 2007-2008, que fue
interrumpida cuando la prensa se hizo eco de su presencia por temor a
que se convirtiera en blanco de los talibanes.
El príncipe
Enrique dijo que mató algunos talibanes durante las 20 semanas que pasó
en Afganistán como piloto artillero de helicópteros Apache, según
declaraciones divulgadas este lunes coincidiendo con el final de su
misión en ese convulso país centroasiático.
Amenazado en 2012
El
9 de octubre de 2012 el diario español El Mundo reportó que los talibán
afganos afirmaron que querían matar al príncipe Harry, poco después de
regresar a ese país asiático como piloto de helicópteros del ejército
británico.
"Vamos a hacer lo mejor que podemos para matar al
príncipe Harry y otros miembros de las fuerzas británicas de la base de
Helmand" provincia del sur de Afganistán, considerada uno de los
bastiones de la insurgencia talibán, dijo Zabihullah Mujahid, un
portavoz de los insurgentes citado por el diario.
"No estamos
intentando secuestrarlo, sino matarlo", dijo Mujahid en una entrevista
telefónica, y agregó que los talibán habían establecido un "plan muy
importante" para matar al tercer heredero del trono británico.
El
secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, aseguró que las
amenazas de muerte lanzadas por los talibán contra el príncipe no
inquietan a la organización.
"Obviamente, no es un asunto de
preocupación. Hacemos todo lo que podemos para proteger a todas nuestras
tropas desplegadas en Afganistán, sea cual sea su origen personal",
señaló Rasmussen preguntado en una rueda de prensa.
La primera
misión de Harry a Afganistán, en 2007, fue cuidadosamente mantenida en
secreto hasta que fue acortada después de diez semanas por motivos de
seguridad, en marzo de 2008, después que medios desvelaron la presencia
del príncipe.
El Reino Unido, con 9.500 soldados, es el segundo
mayor contribuyente a la Fuerza Internacional de Asistencia de Seguridad
(ISAF) en Afganistán, después de Estados Unidos. El país, que ha
perdido 425 hombres desde que el conflicto comenzó en 2001, tiene la
intención de retirar sus tropas a finales de 2014.