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Claro que esta filosofía la aprendes cuando han pasado los años y te das cuenta que no existen los príncipes de los cuentos, que son solo eso; cuento. Y se te daña la infancia y el plan de vida, porque Disney© te llenó la cabeza de tonterías, te hizo creer que llegaría en su flamante corcel el amor de tu vida a rescatarte de la torre o la malvada madrastra... Las que se han creído ese cuanto se han ido de la casa con cualquier aparecido, se han llenado de hijos y estrelladas contra la realidad se han dado cuenta que solo les echaron el cuento. Por eso cambie la ideología que llevaba de considerar que a mi me tocaría un príncipe sacado de quien sabe que cuento. Me leí todas esas historias y mas de una vez soñé con alguno, lo acepto. Pero por gracia divina abrí los ojos antes de caer en ilusiones vanas y salir estrellada y me di cuenta que no quiero un hombre de cuento, sino uno real. Me senté a leer con detenimiento cada una de esas historias, y note en cada damisela que sólo esperaban pero no buscaban. A Blanca Nieves le tocaron siete enanos que cualquiera pudo haber sido su "príncipe" pero no; ella esperaba por uno vestido como tal - sola apariencia -. A Cenicienta le toco pedir prestado para poder ir al baile porque su "príncipe" era inalcanzable. Un amor de estratos sociales. Pero la que en verdad me da mas rabia es la Bella durmiente, se pasó la vida soñando con el "Príncipe" dormida en los laureles, cien años y nada, eso si que es ser iluso. Bella de la bella y la bestia fue aun mas osada al pensar que de una bestia saldría un "príncipe", el final dice que si pero sabemos que no, y que esa bestia era mejor que cualquier "principito" porque fue el amor lo que le transformo la toscocidad. A ella le fue mejor Ella si supo que el amor es lo importante, que es el amor quien transforma todo que No interesa en si la apariencia y que las sonrisas que produce el amor real valen mas que una cara bonita. Y el último cuento que leí fue de Caperucita y el lobo, en ése aparentemente no hay príncipe no hay galán es mas la historia de la desobediencia. Pero no, lo que pasa es que la historia no esta bien contada... Caperucita para empezar debía tener unos diez y seis años, el lobo, no era exactamente un animal tal vez era un chico normal apodado de esa manera por pillo. Se encontraron en el camino y fue amor a primera vista ella lo convido de los pasteles que llevaba y como ya no tenia que llevarle a la abuela nuestro querido "lobo" decidió darle un susto a la anciana para que su amada no sufriera. Luego llegó a la casa de la abuela encontró al "lobo" se dejaron llevar de la pasión y pues llego la abuela con el cazador que era como el papá de la niñita y los encontraron infraganti y de allí no se sabe que paso con el lobo. lo separaron de su amada, creo, porque los padres esperaban un "príncipe" para su hija. Otros ilusos. Eso fue la historia real no contada de Caperucita y el lobo. O la que más se acerca pienso yo. No creerán en serio que un lobo puede comerse dos humanos... ¡qué historia mas absurda! Y por eso me quedé con la historia del Caperucita, porque el lobo es lo mas cercano a un hombre real. Y porque es el que en realidad busco, uno sincero, que no se esconda detrás de una mascara de perfección que no existe. Uno que acepta sus errores, que se conoce tal cual es y que no hace cosas a escondidas. Que es el mismo en cualquier lugar. El lobo va por lo que va. Pero siempre se queda. ¡¡¡Es mejor un LOBO FEROZ!
Qué te VE mejor, te OYE mejor y te COME mejor!!!
Deja el castillo y ve en busca de tu lobo. On Twitter: @Issa_Quintin
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