Alfonso Pascal Ros
Premio a la Creación Literaria
Gobierno de Navarra, 2012
Últimos telegramas desde Vilna I(Vienes en mis pensamientos)
Quiero morirme antes que tú. Te quiero.
Cuando acabe la guerra yo te llamo.
Esto se llena
de matasietes que nos hacen miedos.
Historia que jamás pedirá cuentas
como si a padre y madre jalearan
por trabajar de sol a sol un día
y otro.
Jefe elegido a dedo de otro a dedo,
que para quien se vende siempre hay precio
y no vale una bala si es que vale.
Fusilan al amanecer como si nada.
Últimos telegramas desde Vilna (III)
(10 días de Julio)
Ni está ni se le espera.
Igual de hipócrita que el fuego amigo
y un alto el fuego navideño.
O cuneta o legión. Y eligió delatarnos.
Cómo, nos preguntaban, se vuelve de una guerra.
Ser poeta no deja ser más cosas.
Parece que el dolor habla por él
si siempre los mejores son los otros
(con su pan se lo coman).
Iluso que esperaba que si uno de los nuestros
si arriba no se hiciera de los suyos,
no se vendiese,
y lo hace en cuanto llega.
Cuando el equipo mete gol, el portero
no se abraza con nadie.
A mi padre
Digo Alfonso dos puntos,
poeta cuando escribe y sólo entonces.
(...)
Tanto esfuerzo, joder, para quedarme
en poeta local sin pretensiones.
(...)
Si poeta oficial para más señas,
que me vengan a mi y ahora con esas,
y que lo que faltaba, además zurdo,
si como el toro bueno ante el castigo
aún me voy más arriba y no reculo.
Que solos los porteros también lloran.
Ver también en nuestro blog: Principio de Pascal, el hombre
Sección del autor en Curiosón:
Cuaderno de Alfonso