Me apetece estrenar una nueva categoría para este blog. Muchas personas conocen la película Hitch: especialista en ligues. A veces, me pregunto si una buena parte de esas personas y yo, hemos visto la misma película… Os digo por qué.
En esa película, se nos presenta a Alex Hitchens, o también conocido como “Hitch”, un dating coach que se caracteriza por no anunciarse abiertamente sino por un estricto boca-a-boca de sus clientes… Y por negarse a trabajar con gente que no aprecie realmente a las mujeres.
En el transcurso de la película, él hace el sorprendente descubrimiento de que él no hace realmente nada significativo; mientras que Hitch es capaz de dar el empujón de confianza para ir tras lo que quieren, la mayoría de sus clientes (sobre todo Albert) realmente tuvieron éxito sólo por ser ellos mismos. ¿Quién ha visto eso, aparte de mí?
Y el motivo de que yo quiera exponer mis principios básicos, es porque de un tiempo a esta parte, bastantes personas me han comentado que soy lo más parecido a “un Hitch de la vida real”.
Habiendo dicho esto, paso a comentar el por qué de la importancia de disponer de unos principios básicos. Sencillamente, porque hay que comenzar desde algún punto. Y, a diferencia de otras personas que no cabe mencionar, prefiero ofrecer lo bueno desde el comienzo en vez de malograr personas para luego “aportarles cosas” que podrían ser beneficiosas.
Un buen comienzo suele conducir a mejores continuaciones
Por esto mismo es por lo que considero importante que se tengan unos principios de base, a los que poder recurrir y sencillos de recordar… Pero que no resulten dogmáticos.
Los principios que yo propongo tienen más que ver con la autonomía personal, respecto al pensamiento y el aprendizaje. Así, cada uno se hace responsable de sí mismo y de su propia mejora… En tanto que por mi parte propongo una manera que la experiencia (mía propia, y de muchos antes que yo; así como de muchos que siguieron mi consejo) demuestra como real, eficaz, beneficiosa y estable. Por supuesto, en mi propuesta se incluye un trasfondo que apoya y sustenta lo que propongo, de manera vivencial. Es decir…
Lo que se propone a continuación, puedes comprobarlo directamente por tu cuenta, sin necesidad de muchas indicaciones por mi parte. Es posible que incluso intercambiemos opiniones y puntos de vista, pero realmente no va a ser necesario que yo mismo saque las conclusiones por nadie… Sino que más bien, contrastaremos las de ambas partes y llegaremos a conclusiones comunes.
Estos son los principios básicos que contemplo:
- Se trata de uno mismo, no de los demás.
- Nada que digas o hagas sirve, si no es honesto y auténtico.
- Lo que cuenta no es empezar, sino continuar y perseverar llegando a perdurar.
- En este asunto participan emociones y razón indistintamente.
- Inspirar algo a los demás implica simpatizar, es decir, “sentir junto a ellos”. Por ello, implica sentir para hacer sentir. No se consigue nada yendo de androide.
- No esperes que algo así te funcione sin implicaciones por tu parte, especialmente si no implicas tus emociones. La gente no te va a dar las cosas hechas.
- Abrirse al resto y “hacerse vulnerable” es preciso para la reciprocidad.
- El secreto es vivir cada día como si fuera el primero y el último. Y con las relaciones en concreto, vivirlas como si fueran a acabar en cualquier momento y acabasen de comenzar.
- Es importante poseer una suerte de guía moral, un código ético y una actitud beneficiosa para todos.
- Si tienes que mostrar algo al mundo (especialmente sobre ti mismo), la mejor forma es mediante honestidad y responsabilidad.
Y por todo lo dicho, en los próximos días trabajaré en artículos que desarrollen estos principios básicos y los expongan. Pero, voy a intentar exponerlos con ayuda de todos… Así que, agradecería que todo el que lo desee me aporte su granito de experiencia.
Preferiblemente, en el Foro LVEF puesto que se dispone de mayores libertades a la hora de exponer y presentar un escrito que en los comentarios del blog.
Una vez dije que todos juntos creamos experiencia y conocimiento en la forma de una mente que nos une y nos aparta del resto, que se nutre de nosotros y al mismo tiempo nos nutre.
Una mente que al mismo tiempo es una suma de las partes, y un aparte. A este concepto se lo conoce como mastermind.
Y este blog se ha caracterizado siempre por ser una aplicación del mastermind en su esencia misma. Todos los escritos provienen de mi experiencia personal contrastada con experiencias ajenas.
Por eso lo considero tan especial. Y agradezco todo aquello que ayude a que siga siéndolo, o llegue a ser todavía mejor.
Abrazos,
Kheldar