Segundo artículo de esta serie. Para hoy me gustaría invitaros a que tratemos estas perspectivas desde un punto que para muchas personas representa sus inicios, o tiempo más tarde se convierte en sus fundamentos.
Pero para explicarlo, debo hacer referencia a la costumbre o tónica general de dichas personas. Es común que se propongan aprender sobre lenguaje corporal, expresión no verbal, y cuestiones en esa onda. De hecho muchos “llegan a aprender”…
Luego sucede la parte que causa el conflicto: empiezan a interpretarlo todo en base a lo “aprendido”, ignorando por completo la realidad que tienen delante y engañados por sus sentidos. Dan por hecho cosas que más tarde se demuestran como incorrectas.
Pero peor aún… El problema comienza cuando empiezan a interpretar un papel para mostrarle al mundo “lo que son/quieren ser”… ¡En vez de serlo realmente! Actúan como si fueran algo que no son, y el tiempo -además de la persona (o personas) delante de la cual se comportan así- se encarga de estropearles la función.
Para ilustrar esto, me gustaría hacerlo con ejemplos bastante directos de personas a las que estoy observando últimamente, pero no voy a aludir a dichas personas sino a las ideas que vierten. Por poner varios, sería una relación así:
- Apariencia física (vestimenta, pavoneo, poses).
- Ella está mal con su novio, así que podemos interponernos si creemos que estará mejor con nosotros que con él.
- Hay que esforzarse para estar con la persona que amas, pero después de conseguirla seguro que pierdes el interés en ella, porque ya lograste tu reto.
- Ser agredidos por encarar múltiples mujeres y de maneras probablemente desagradables, y pensar en llevar gas pimienta encima antes que en moderarse y ser más discretos.
Creo que no hay necesidad de dar más ejemplos, aunque los hay… Y algunos resultan más chocantes o extraños incluso. Pero en este momento, vamos a pasar a la parte constructiva del asunto. A estas personas yo les menciono lo siguiente:
- Valores éticos y morales personales, por encima de la apariencia física. A una persona hecha y derecha, le interesa más tu interior que tu exterior.
- Respeto a las relaciones por ser compromisos ajenos, pero como si fueran nuestro el compromiso. Hay más opciones, no tienes por qué ir a por la comprometida.
- Esforzarse por enamorar a una persona para después desinteresarte significa que no la amabas realmente, y por otro lado es una manera de gastar tiempo, esfuerzos y hacer -además de hacerse- daño a lo tonto.
- Si has sido agredido físicamente por cómo te comportas y piensas en responder con violencia, probablemente no te des cuenta de que no fue cosa de ellos, sino de lo que tú mismo hiciste. Responder de esta manera es negar tu responsabilidad por el hecho que ha provocado la agresión, y trasladar la culpa a otros.
Si tomamos como referencia la primera relación de 4 puntos y los comportamientos que sugiere… Seguro que a más de una persona le rechinan. El ruido que produce debe sonar algo así como a fingido, farsa, antinatural, inmaduro y cosas en esa onda.
Si tomamos como referencia la segunda relación, se entra a hablar de un tema que aunque dicho queda genial es algo que cuesta llevar a cabo. ¡No debería costar!
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LA honesta espontaneidad es algo atractivo al 100%. Siendo así, ¿por qué preferir engañar o interpretar un papel delante de los demás?
Es sorprendente que en este mundo actual… Haya trabajos que se fundamentan en mentir y sostener esas mentiras lo mejor posible. Demasiado acostumbrados estamos a la mentira, tanto que la mayoría cree que es el mejor modo para mejorar las situaciones rápidamente… Nada más lejos de la realidad.
Si el engaño es perjudicial y dañino, el auto-engaño lo es todavía más.
Por eso, defiendo la idea del auto-respeto y el respeto al resto en materia de honestidad y autenticidad. No practiquen la sinceridad “selectiva”…
Con lo bonita, agradable y eficaz que es la curiosidad real -digo real porque muchos fingen interés en las personas- para aprender sobre los demás, lograr que se abran a ti y tener relaciones más profundas… No me explico cómo es que la gente todavía pregunta “qué decir y cómo decirlo”. Por eso, querido amigo o querida amiga…
Si se te ponen las peras a cuartos pensando en qué hacer o cómo hacerlo para atraer a una persona, gustarla, o avanzar en vuestra relación… Deja de pensar, y deja que las cosas se vayan dando. Exponte a ello, pero sin hacer esfuerzos especiales. A esto se le llama “practicar la intención paradójica”. ¡Y es sorprendentemente efectivo!
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Prueba a evitar las actitudes desleales contigo mismo y con el resto… y verás mejorar tu situación personal.
Demasiadas personas desean eludir su falta de responsabilidad. Y la manera más común de hacerlo es comentar que “ninguna mujer tiene dueño”, o que “nadie hace nada que no quiera hacer”. Ambas cosas son ciertas, pero el contexto en que se usan puede manchar esas afirmaciones tanto como puede empañar tu honor y buen hacer.
En síntesis, lo que te propongo hoy aquí es lo siguiente:
- Guarda respeto por todos los compromisos, especialmente los tuyos propios. Los del resto, respétalos como si los hubieras asumido tú.
- Si un compromiso termina y deseas estar con esa persona, sería oportuno y de agradecer que dejes que se reponga. No siempre terminan bien.
- Si para empezar relaciones o tratar de profundizar en ellas, te conviertes en una persona falsa y desleal… Conseguirás perder tu valía personal sin lograr nada.
- En adición al punto anterior, si interpretas un papel delante de las personas… Ten por seguro que se te descubre tarde o temprano. Como mencionaba en el artículo anterior, Strauss tuvo que reconocer públicamente que las técnicas, rutinas y etc. son medios deshonestos y falsos para llamar la atención de los demás.
- Como el punto anterior sugiere… Si te ves forzado a reconocer ante una persona que “lo vuestro fue totalmente sincero y no usásteis trucos baratos”, algo ha ido mal en el proceso.
Es comprensible que muchos acudan a los consejos que vierten ciertas fuentes, en busca de lo que algunos hemos dado en llamar falacias de validación personal.
Necesitan que se les inculque una idea de lo que gusta a las mujeres y resulta atractivo y dominante, y no suelen pararse a razonarla, y a desgranarla para ver la verdad detrás de dicha concepción. Se lo toman a rajatabla, dogmáticamente.
Así pues… Desde aquí la proposición final es que evites caer en el dogmatismo y pruebes a razonar las cosas que se te dicen. Todas ellas. Aunque creas que eres incapaz o te cueste, el tiempo hará que te resulte más sencillo…
Si empiezas ya mismo tendrás mucho ganado dentro de un mes. Y más aún, en un año.
Os recuerdo la lección final de Hitch: todos sus clientes consiguieron lo que se proponían por su propia mano. Los consejos del Dr.Amor solamente les motivaron a ponerse delante de esas personas y expresar sus emociones. Consejo final:
- No te conviertas en usuario de la burbuja de autoengaño y el colchoncito de mediocridad que algunos se cuelgan para evitar afrontar que son los causantes de su propia situación y que deben cambiar ellos mismos -enteros, no sólo lo que hacen- para que eso mejore.
Abrazos y hasta la próxima entrega.
Continuamos en la tercera parte. /// Si te perdiste la parte anterior…
Kheldar
PD: si llegaste hasta aquí, mira este enlace: La Autenticidad y su efecto en las personas.
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