- Al proporcionar modelos alternativos a la ecolalia ajustarse al nivel de desarrollo lingüístico del niño. Los modelos deben estar ajustados al nivel de competencia liguística del niño; de este modo proporcionamos una emisión alternativa al eco ya simplificada de manera que el niño pueda establecer las correspondencias semántico – formales pertinentes e incorporar el modelo para un posterior empleo flexible y creativo. Los modelos alternativos a los ecos deben darse aislados, con límites claros, sin verbalizaciones inmediatamente previas ó posteriores al modelo. Debe quedar muy claro cual es el estímulo discriminativo.
- Responda a la intención comunicativa del niño. Después de que el niño halla repetido el modelo del adulto (y es necesario que repita el modelo simplificado), el adulto garantiza el cumplimiento del propósito de la emisión; en el ejemplo dado se le daría la galleta pedida. De este modo el niño se da cuenta del impacto de su emisión.
- Adapte el input lingüístico al nivel de comprensión lingüística del niño (Prizant, 1983b). Los niños ecolálicos precisan de un input simplificado para identificar los elementos constituyentes del habla aislar las relaciones semántico – formales, adquirir competencia lingüística y abandonar su dependencia episódica. Paralelamente a la simplificación del habla podemos entrenar al niño a decir “no lo sé ” ó “no entiendo” cuando no ha comprendido la emisión previa (Schreibman y Carr, 1978). El silencio y las interacciones no verbales son herramientas muy adecuadas en manos del adulto si se pretende evitar “hiperbombardear” al niño con verbalizaciones innecesarias.
- No se aproveche de la habilidades especiales de memoria episódica para entrenar respuestas excesivamente complejas (ecos camuflados). Dada la habilidad de los niños ecolálicos para recuperar frases memorizadas sin ningún tipo de análisis de las mismas en base a su memoria a largo plazo caemos en el peligro de entrenar topografías de respuesta aparentemente adecuadas, muy desligadas de la competencia real del niño (ecos “camuflados)” y aplicar para ellos criterios de adquisición para continuar “ascendiendo” en el programa de lenguaje. Los modelos que proporcionamos al niño ecolálico para que repita deben ser preferiblemente completos. Los niños ecolálicos asocian de forma mecánica los modelos parciales y la palabra completa. El empleo de modelos verbales excesivamente complejos y la sobreutilización de ayudas verbales parciales resultan muy reforzantes para las personas que rodean al niño ecolálico debido a que resultan muy efectivas para que el niño “hable”; si por hablar entendemos acabar mecánicamente todas las frases que se le inician, sin ningún atisbo de comprensión.
- Posponer la enseñanza de pronombres personales y en general términos deícticos hasta fases más avanzadas del programa. El aprendizaje de los denominados términos deícticos (pronombres personales, demostrativos, tiempos verbales, etc.) constituye una tarea muy dificultosa para los niños autistas, debido a la naturaleza cambiante de los referentes. Si a la dificultad derivada de este continuo cambio de referentes le añadimos el hecho de que aparecen en su mayoría acompañando a verbos podemos concluir que el empleo de estos términos supone un incremento muy significativo del nivel de dificultad en el aprendizaje de verbos.
- Generalizar los objetivos alcanzados a una variedad de referentes, contextos y personas distintas y fomentar la espontaneidad y el uso creativo de estructuras sintácticas.
- Es necesario por lo tanto, en el marco de un modelo de tratamiento de la comunicación asegurar la generalización de los objetivos a referentes, personas y situaciones diferentes (Gortázar y Tamarit, 1989).
- Enmarcar el tratamiento de la ecolalia dentro de su programa general de tratamiento del lenguaje y comunicación. A la hora de plantearse el entrenamiento de estructuras sintácticas en sujetos ecolálicos debemos partir de sus niveles actuales de producción espontánea y creativa. Una de las alternativas más útiles para el entrenamiento sintáctico de niños ecolálicos son las denominadas técnicas de sustitución (Crystal y otros, 1983). Consiste en la presentación de una oración estímulo para que el niño la repita pero sustituyendo uno ó más elemento.”