Todas conoceremos el famoso cuadro Burberry ¿no es cierto? pues de éso se trata precisamente: de asociar un estampado a una marca de forma inconfundible.
Se comenzó haciendo que el estampado digital distinguiera peculiarmente cada colección de la anterior, de manera que cualquier prenda quedara asociada a una temporada concreta: el tigre de Kenzo sin ir más lejos (asociado a la colección del verano de 2012).Pero lejos de conformarse con ello, ahora se trata de sustituir un nombre (o emblema) bordado en la solapa de cualquier prenda por el estampado singular de la marca en cuestión, como rúbrica del diseñador.
En el futuro, no necesitaremos una etiqueta para saber de quién es el vestido, bastará tan sólo con echarle un vistazo a su estampado.