Prioridades Populares: "Fórmula 1"... después ni se sabe

De nuevo pánico en las bolsas. El Ibex cayó ayer un 3% y los bancos españoles en torno a un 5%. Varios fueron los motivos. 
En primer lugar, las declaraciones del Ministro De Guindos a Financial Times asegurando que la banca española necesitaba una inyección de 50.000 millones de euros. De otro, las cifras del déficit español que se acerca al 8%, dos décimas más de lo esperado. Y en tercer lugar, el dato terrible de la "quiebra " de la Comunidad Valenciana.
Me quedo en este tercer motivo. Cuando se unen el despilfarro, la malversación y una gestión "asocial" y ajena a los intereses generales, da como resultado la Generalitat Valenciana. Una desvergüenza sin límites donde los gestores no pagan su responsabilidad con la suficiente contundencia. Lo más, alguna dimisión que otra. 
La Generalitat valenciana ha tenido que ser rescatada, por bancos españoles, con un préstamo de 1.000 millones de euros en menos de dos semanas, rescate que al parecer ha sido inevitable para poder hacer frente a los acreeedores. Esta cantidad ingente de euros sólo sirve para salir del paso, ya que no soluciona los elevados vencimientos de deuda que tiene dicha Comunidad Autónoma. 
Según publica hoy el diario Público, la Generalitat tendrá que hacer frente a una deuda de 7.594 millones de euros en los próximos ocho años.
Hace tiempo que se conoce los desmadres de esa Comunidad. Y en ese término incluyo: despilfarro, corrupción, malversación. Todos con nombres propios: Fabra, Camps, Gürtel y una larga ristra. Unos, presuntos. La mayoría, imputados.
Y una vez más les toca a los ciudadanos sufrir las consecuencias de  la pésima gestión de sus políticos. Les toca asumir nuevos recortes salariales, recortes en la sanidad y en la educación. Recortes, en definitiva, que afectan de pleno al estado de bienestar de la mayoría de los ciudadanos. 
Recortes para sanear la hacienda pública. Recortes sociales. Sin embargo, el presidente de la Comunidad, señor Fabra, sigue sin denunciar el vergonzoso contrato de Formula 1, contrato que cuesta al erario público la friolera de 20 millones de euros anuales. Contrato avalado  y suscrito por el imputado expresidente Camps, que firmó con el magnate de Formula 1, Bernie Ecclestone.
La izquierda parlamentaria de esa Comunidad ha solicitado en reiteradas ocasiones ver dicho contrato ya que al parecer la renuncia al evento por parte de la Generalitat supondría una fortísima penalización para la Comunidad Autónoma. Se le ha solicitado, también reiteradamente, el informe de beneficios económicos y sociales que al decir de la administración valenciana produce el evento. 
Secreto absoluto. La callada por respuesta. Insisto 20 millones anuales para el evento Fórmula 1 y sin embargo se recortan derechos básicos, con recortes sustanciales en la Sanidad. 
Este oscurantismo y secretismo de las administraciones públicas en España es impropio de un sistema democrático. Nuestro país es el único que no cuenta con una ley de transparencia, con una ley de acceso a la información pública. La ausencia de este tipo de legislación favorece absolutamente la corrupción. Muestra clara de ello es la propia Comunidad valenciana