El apagón televisivo de PRISA está siendo lento y agónico. Tras renunciar a gestionar la Cuatro para integrarse en Mediaset con un porcentaje del 17%, que acaba de reducirse al 13% hace menos de un mes cuando vendió con urgencia un 3,69% por 121 millones de euros; ahora parece que última la venta de Digital Plus a Telefónica (el 56% que ostentaba) por 725 millones de euros. Por el camino cerró CNN Plus y dejó un reguero de pérdidas millonarias en Digital Plus sobre todo por la "guerra del fútbol" con Mediapro.
PRISA, que obtuvo una licencia de pago cuando se privatizaron las televisiones por el gobierno de Felipe González, será al final el único operador de los grandes canales nacionales que acabará con un balance negativo en su aventura televisiva.
Lo que obtendrá PRISA con esas ventas permite la posibilidad de reducir el 30% de su endeudamiento que asciende a más de 3.200 millones y que ha sido refinanciado recientemente por 28 bancos y 17 fondos de inversión a los que se les ha garantizado la devolución de los préstamos con el 17% de las acciones del grupo y con una opción sobre le 75% de Santillana. Hace pocas semanas vendió los sellos editoriales a Random House Mondadori por 72 millones.
El que era el mayor grupo de comuncación español bajará varios escalones buscando un saneamiento de sus finanzas que llevará aparejado una disminución de su potencial multimedia.
Jesús de Polanco, el editor fundador de Prisa fallecido hace siete años, me decía que "había que hacerse grandes para que cuando alguien quisiera comerse su grupo por lo menos le costara una indigestión".
El gran error de hacer una OPA a Telefónica por la totalidad de las acciones de Sogecable que se valoraron en 3870 millones de euros, meses después del fallecimiento de Polanco, fue el origen de esta crisis y el final de la televisión de PRISA.
La menguante PRISA, al contrario de lo que pensaba su editor, se está haciendo pequeña y poco indigesta para casi todos, incluso para enfrentarse al poder y al futuro.
Ahora toca esperar el movimiento de Telefónica con su antigua Imagenio, ahora llamada Movistar TV que se convertirá en casi el exlusivista de los sevicios de televisión de pago. Difícil de comérselo.