Priscilla; Amores que matan

Escrito por John Doe.

Priscilla Beaulieu, una chica de catorce años viviendo en una base militar alemana junto a su familia, conoce a Elvis Presley en una fiesta, es seducida por la estrella del rock y pronto empiezan una agridulce relación que le lleva a lugares que no sospechaba. Priscilla; Amores que matan Priscilla Beaulieu Presley publicó en 1985 el libro “Elvis and Me”. En el libro, Priscilla cuenta la larga relación que mantuvo con el cantante y los problemas que azotaron su matrimonio desde que se conocieron en Alemania hasta el final de su relación en la enorme finca de la estrella en Graceland. El libro tuvo una buena acogida y en 1988 ABC estrenó una miniserie con el mismo título adaptando el libro, escrito por Joyce Eliason y dirigido por Larry Peerce, director de films de renombre como “El incidente” (1967) o “Víctima de la ley” (1964). En 2022 se anunció una nueva adaptación del relato dirigida y escrita por Sofia Coppola y protagonizado por Cailee Spaeny y Jacob Elordi.

Sofia Coppola, a pesar de ser la hija de uno de los mejores directores de la historia, Francis Ford Coppola, supo encontrar su propia estética y estilo desde que en estrenó a finales de los 90, con solo 28 años, su debut tras las cámaras, "Las vírgenes suicidas" (1999). Coppola acabó de consolidar su mirada con películas como "Lost in Translation" (2003), "María Antonieta" (2006) o "The Bling Ring" (2013). Si algo se ha caracterizado siempre el cine de Coppola (a pesar de que su obra más glorificada, "Lost in Translation", se aleje un poco de ello) es por tratar historias sobre mujeres, algunas poderosas y otras al borde del Infierno, desde un punto de vista femenino muy sensible y poniendo especial atención a la psique de los personajes. Todo ello con una marcada estética caracterizada por tonos pastel. Coppola ama hacer historias de personajes torturados y con problemáticas que conectan con una parte del público, mayoritariamente femenino, que siempre ha conseguido encontrar un refugio en sus films.

Desde el momento que se planteó hacer un film sobre Priscilla Presley sabíamos que ella sería la persona adecuada para escribirlo y dirigirlo. El film retrata una relación que empieza siendo un cuento de hadas, pero se va transformando poco a poco en un relato sobre una relación de abuso contada con sutileza y pequeños comportamientos tóxicos que van creciendo a medida que el film avanza. Todo está contado desde el punto de vista de Priscilla, por lo que veremos poco de la carrera musical de Elvis, ya que la mayor parte del tiempo estaba aprisionada en la finca de Graceland. Es una decisión arriesgada, pero termina siendo tremendamente acertada dado el tipo de relato que quiere contar.

El casting es uno de los puntos fuertes de la cinta. Cailee Spaeny da vida a la joven Priscilla. Spaeny, conocida por participar en films como “Malos tiempos en El Royale” (2018), “Una cuestión de género” (2018) o “El vicio del poder” (2018) y en las miniseries “Devs” (2020) y “Mare of Easttown” (2021), brinda una interpretación magistral. Desde la inocente adolescencia en la base alemana, dando vida a una inexperta y aniñada chica que se desvive por conocer e interactuar con su ídolo, hasta una madre prematura abandonada por su marido en su casa, esperando que le pueda dedicar un día de su ocupada vida sin poder rechistar. Su trabajo actoral está muy basado en la mirada. Y Spaeny cambia con sorprendente habilidad de una mirada totalmente fascinada y enamorada por la estrella del rock a ser una mirada de puro terror y tristeza. Su trabajo actoral le valió el premio a la Mejor Actriz en el Festival de Venecia de 2023, premio que, sin ninguna duda, es totalmente merecido. En cuanto a Elvis, es interpretado por el actor del momento: Jacob Elordi. Elordi ha ido ganando popularidad gracias a su participación en la popular serie adolescente “Euphoria” (2019-2022) y la trilogía de películas “Mi primer beso”, para consolidarse como un nuevo sex symbol masculino en la controvertida “Saltburn” (2023). La elección de Elordi es muy inteligente, ya que su fama y popularidad hace un buen símil con la fama y popularidad de que gozaba Presley en el momento narrado. Jacob consigue interpretar el acento y la gesticulación del cantante con habilidad y su interpretación se basa mucho en el uso del cuerpo. Elordi va apresando a Spaeny con pequeños gestos y comportamientos violentos que van creciendo a medida que avanza la cinta, destruyendo el carácter semental y dulce que adoptaba al principio por acabar transformándose en un egoísta, violenta y consumida estrella del rock atrapada por la presión de la fama y la grandeza.

En cuanto a la dirección, Coppola juega con una suave iluminación que va marcando poco a poco un cambio en la realidad de la torturada protagonista. Sus encuadres van encerrando y aprisionando más y más a Priscilla hasta hacerla incapaz de abandonar el mundo de Elvis, a pesar de estar pasándolo mal. También hay un trabajo con los actores muy interesante. No solo hay un juego con la fama de los dos actores reales, sino que Coppola juega muy bien con la diferencia de alturas para apresar a la pequeña Spaeny (de 1’55m) con el cuerpo corpulento de Elordi (de 1’96m) y aplastar (metafóricamente) a la pobre Priscilla en el encuadre. Philippe Le Sourd es el director de fotografía de la película. Le Sourd es también el encargado de la fotografía de los dos últimos films de Coppola, “La seducción” (2017) y “On the Rocks” (2020), a parte de ser el cinematógrafo del último film del legendario director Wong Kar-wai, “The Grandmaster”. Le Sourd compone unos colores pastel, marca de Coppola, preciosos y añade un grano al film característico de la época que están retratando. Junto a Coppola juegan muy bien con las iluminaciones para mostrar la psique de la pobre Priscilla y el uso de la cámara en mano en momentos cruciales es realmente acertado.El diseño de producción es también muy bonito. La base militar alemana está bien ambientada en un momento político crucial para el país germano y las distintas casas, vehículos y decoraciones parecen sacadas directamente de los años 50. Pero si algo brilla en el diseño es la finca Graceland, donde pasa la mayor parte de la narración del film. La gran mansión ha sido recreada a la perfección con la gran opulencia de la estrella del rock y, además, retrata con detalle algunas estancias que han sido ocultadas al público medio y son descritas por la propia Priscilla en su libro. El trabajo de vestuario, peluquería y maquillaje también es sublime en una producción de estas características, llenando de frescura visual todos los personajes y creando los famosos atuendos y looks que el cantante, su mujer y sus amigos llevaban en esos tiempos.

Lo curioso es que los propietarios de los derechos musicales de Elvis, Elvis Presley Enterprises, no quisieron que se usaron sus melodías en el film, por lo que no aparece ninguna interpretación de la estrella. Eso no impide que la banda sonora sea una deliciosa colección de himnos de los años 50 que se combinan con los temas melódicos que acompañan los momentos más emotivos o cruciales de la cinta, compuestos por los cuatro compositores de los anteriores films de Coppola “Somewhere” (2010), “La seducción” y “On the Rocks”: Thomas Mars, Deck D'arcy, Laurent Brancowitz y Christian Mazzalai.

En resumen, “Priscilla” es una muy buena cinta sobre el amor idealizado y la presión de una mujer aprisionada en una relación tóxica en el punto de mira de todo el mundo que llegará a tocar emocionalmente al público que haya pasado por experiencias similares, tenga la paciencia y capacidad de adentrarse en una situación tan oscura o busque conocer la otra cara de la moneda de la fama y el estrellato. Aunque pueda que decepcione a quién busque disfrutar de la carrera musical de la estrella del rock.

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##check## Lo bueno

El casting es sublime. Spaeny y Elordi interpretan con la mirada un tornado de emociones.
El apartado visual y el diseño de producción es precioso.
Si te dejas atrapar por su trama, cuenta una historia difícil que debe contarse.

##times## Lo malo

La parte final es algo apresurada, se debería haber dejado algo más de tiempo.
Se pueden llegar a echar de menos temas de Elvis.
La trama está contada a fuego lento y puede desesperar a los espectadores que no tengan paciencia.