Esta investigación realizada por Runrunes y CONNECTAS en siete cárceles venezolanas, que son gobernadas por pranes, desnuda una amplia gama de rutinas y dinámicas criminales inverosímiles que suceden en las prisiones, como la cría de cerdos, la comercialización de alimentos y la organización de carteleras de boxeo. Además, muestra la explotación a la que está sometida la población penitenciaria.
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Origen: Connectas