No siempre en China uno encuentra la privacidad que cree merecer en los baños públicos, desde un punto de vista occidental es un tanto raro. Pero aquí se observa con mucha normalidad el que a veces no en todos los baños haya puertas. O que la gente se siente sin ningún rubor a hacer sus necesidades sin necesidad de cerrar la puerta.
En Shanghái eso ya se ve muy poco desde que pasó la Expo de 2010, pero a veces aún ocurre.
En esta entrada dejo constancia de la privacidad casi nula de este baño que me encontré hace poco en un museo de la ciudad, sin duda parece una broma, pero se debía a la imposibilidad de hacer una puerta que se abriese y no obstruyese todo el paso del baño, asi que la solución fue así de simple: una cortina.