Ya lo avisaba Jacint Roger en su cuenta de twitter hace 2 días. Escondido dentro de un enorme panorama tomado por la Mast Camera en Sol 2617 surgía la sorpresa.
Lo que la sonda Mars Orbiter ha fotografiado en diversas localizaciones del planeta rojo con anterioridad podía estar delante del rover Curiosity en estos mismos momentos. Un RSL (Recurring Slope Linae), probable agua líquida mezclada con sales que disminuiría el punto de congelación del agua pura y que permitiría su aparición en la superficie marciana.
De ser un verdadero slope (y no un simple corrimiento de tierras) el rover debería alejarse lo más posible de la zona para evitar cualquier probable contaminación biológica, algo especificado en los diversos protocolos firmados por la comunidad científica.
El slope no está en la ruta del rover, en unos pocos soles desaparecerá del alcance de las cámaras… es una zona que no debemos contaminar con microorganismos terrestres que hayan podido sobrevivir al largo viaje y a la estancia del rover en la superficie marciana (ya sabemos lo que pasa cada vez que subestimamos la capacidad de supervivencia la vida),… pero quizás tardemos mucho tiempo en volver a tener uno tan cerca,… ¿tan perjudicial sería monitorizar la zona unos cuántos días? ¿unas cuántas mediciones a una distancia suficientemente segura?…
Quizás nos mueve la inquietud de ver agua fluyendo por la árida superficie marciana, lo más sensato es dejar el estudio de esos fenómenos a sondas futuras con un grado de esterilización que el Curiosity no posee. Pero no podemos evitar que un escalofrío nos recorra la piel…