Cada vez que llegan estas fechas, algo mágico ocurre en Lush y es que regresa el gel de ducha más mítico de la marca. Hablo de Snow Fairy, un gel de un irresistible color rosa con brillantina y un aroma a algodón de azúcar que dan ganas de comérselo. Desde que lo conocí hace muchísimos años, siempre compro una botella de medio litro (comienzan a venderlo en Octubre) que me dura muchísimo. Entre otras cosas, porque lo utilizo para el cabello. Sí, sí, lo que habéis oído. Este año, imaginaros mi sorpresa al ver que por fin han lanzado un champú sólido Snow Fairy.
Dentro de línea encontrarás el mítico gel de ducha, un acondicionador corporal que es una verdadera pasada y está disponible en dos formatos, unos polvos corporales y un Body Spray que siempre me tienta, pero que todavía no he probado. También hay bombas de baño, burbujas de baño y un divertido Glow Stick. Además, cada año Lush nos sorprende con alguna novedad dentro de la línea. Este año han sido Snow Fairy Wonderball - una burbuja y dos bombas de baño - y un champú sólido que ha sido un auténtico bombazo.
Me imagino que las adictas a Snow Fairy llevábamos pidiéndolo muchísimo tiempo. Hablamos de un champú sólido con el mítico ahora a algodón de azúcar, que proporciona hasta 80 lavados y está cargado de raíz de malvavisco en polvo, que ayuda a desenredar y suavizar el cabello. Además, cuenta con un alto contenido en proteína vegetal que promueve el crecimiento y el brillo del pelo, al mismo tiempo que calma el cuero cabelludo seco y la inflamación de la piel. Gracias a su capacidad para desenredar el cabello, es ideal para pelo largo y fino.
Dentro de la fórmula encontramos polvo de malvavisco cuya raíz, en contacto con el agua, produce un mucílago que suaviza y acondiciona la piel y el cabello. Además, contiene aceite de lima persa que tonifica y aporta brillo. En cuanto al precio no puede ser mejor y es que cuesta 9,95 €.
Mi experiencia con el champú sólido Snow Fairy
Sin duda, mi principal miedo a la hora de probarlo es su promesa de suavizar el cabello, ya que yo lo tengo muy fino y pensaba que podría darme peso. Sin embargo, nada más lejos de la realidad. Deja el cabello exactamente igual que el gel de ducha Snow Fairy y ese este es el motivo por el que yo lo usaba para el cabello y no para el cuerpo. Deja un aroma espectacular, el cabello está ultra brillante y yo noto que me lo deja súper limpio y suelto. Y eso es exactamente lo que busco en un champú de uso diario. Por supuesto, lo seguiré alternando con mi favorito, el champú Wasabi Shan Kui, del que ya os he hablado en este post sobre volumen capilar. Ni qué decir que ya no volveré a "malgastar" el gel de cuerpo Snow Fairy en el cabello, gracias a su nuevo champú sólido.
¿Conoces la línea Snow Fairy de Lush? ¿Has probado este nuevo champú sólido?
Fotografías cortesía Lush.
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