- Asegurarse de que está atendiendo antes de formular la pregunta o de emitir el mensaje.
- Vigilar que no existan obstáculos visuales entre ambos interlocutores.
- Procurar mirar de frente.
- Evitar el ruido de fondo.
- Hablar con claridad, vocalizando y a ritmo medio.
- Acompañar el mensaje con comunicación no verbal.
- Repetir si es necesario, evitando mostrar burla o risas y procurando mejorar la emisión para asegurar que llega el mensaje.
- Mostrarse tranquilo y ser paciente.
Este post fue publicado en la web de Centro Virtual sobre el Envejecimiento. Edición: Clara Díaz Henche