Problemas de pareja
Que el cerebro de las mujeres funciona de forma distinta al de los hombres, es un hecho probado científicamente. Que el cerebro de los hombres está conectado al culo, también. Cuando piensan, la cagan. Y si no lo hacen, también. Estamos condenadas a sufrir su particular forma de ver la vida; aunque si les preguntas, te dirán que las víctimas son ellos.
Lo que para nosotras es de lógica aplastante, para ellos es un complejo jeroglífico. Lo que nosotras hacemos en un coser y cantar, a ellos les supone un esfuerzo parecido al que tendrían que hacer para escalar el Everest en bañador, de rodillas y sin oxígeno. No nos vamos a entender jamás de los jamases. Como mucho, nos vamos a tolerar.
Cómo dar instrucciones a un hombre para que te entienda:
El post de por sí ya es polémico, pero lo que os voy a contar puede provocar sarpullidos a más de uno/a. Estamos entrando en un terreno sensible.
La convivencia entre géneros es complicada porque no nos entendemos. No se trata de un problema de comunicación, porque entonces, mejorándola, quedaría todo solucionado. Se trata de un problemas de interpretación. La información que das a un hombre puede ser exquisitamente detallada y, aun así, terminar en desastre.
El problema no es el Emisor-Receptor, sino el canal; dile canal, dile cerebro masculino. Cuando las instrucciones son procesadas por una psique llena de testosterona, el significado puede sufrir una metamorfosis, llegando a extremos insospechados.
Mujer: Cariño, mientras estoy en la peluquería, ¿puedes pelar la mitad de las patatas y ponerlas a hervir?
Hombre: Claro, amor. No hay problema.
No parece complicado, ¿verdad? Si hay un quilo de tubérculos, se pela la mitad (medio quilo), se llena un cazo con agua y se pone a hervir. Pues no. Este es el resultado si se lo pides a un hombre.
Anécdotas de este tipo, tengo para parar un tren. Mi churri es especialista en distorsionar MIS instrucciones; si no fuera porque le conozco demasiado, afirmaría que me vacila.
Os pongo en situación. Juzgad vosotras mismas.
Vivimos en una calle de doble dirección, con coches aparcados a ambos lados. Mi coche siempre lo aparco delante de casa, en la acera A, porque cada mañana hay un tráfico que te cagas, y es imposible hacer maniobra para cambiar de carril, o de sentido. El problema surgió cuando un viernes por la noche, mi churri salió a comprar con el coche y, al regresar, lo dejó aparcado en la acera B , en sentido contrario a la marcha.
Yo: JM, tienes que dejar el coche en la acera A y en el sentido de la marcha, o el Lunes me voy a cagar en todo cuando tenga que llevar al niño al cole.
JM: Este finde lo dejo bien aparcado. No te preocupes.
Inciso: ¿Por qué coño no lo dejó "bien aparcado" cuando llegó de comprar ? A esas horas no había tráfico y sí un montón de sitio para aparcar.Yo: Vale. Pero recuerda que tienes que aparcarlo en la acera A, en el sentido de la marcha. (Instrucción clara y precisa).
El domingo, JM salió a dejar el coche "bien aparcado".
YO: ¿Dónde lo has dejado?
JM: En la acera A, donde las obras.
YO: Joder, no había otro sitio más cerca. (a primera hora de la mañana hay tanto tráfico, que si el coche está un poquiiiito más lejos de donde vivimos, supone estar bastantes minutos más en el embotellamiento).
JM: Estaba lleno. Si más tarde hay un hueco delante de casa, lo cambio.
Al cabo de unas horas, JM me anunció que ¡había quedado un sitio vacío enfrente de casa! y me informó de que iba a aparcarlo allí. A mí no se me ocurrió darle otra vez las instrucciones; se las sabía de memoria (o eso pensaba yo). Hice de "vieja del visillo" y me puse a cotillear a través de la ventana, para saber dónde aparcaba. Vi que llegaba. Frenaba. Ponía la marcha atrás y... ¡No way! ¡No podía ser! ¡¿Qué narices estaba haciendo?!
A ver, a ver... recapitulemos.
1. Me aparca el coche delante de casa en la acera B.
2. Se lo lleva al quinto coño para aparcarlo en la acera A y...
3. ¡Lo vuelve a aparcar delante de casa, en la acera B!
De oca a oca y tiro porque me toca... ¡los cojones! Si no habéis entendido nada, aquí os dejo una explicación visual de lo que pasó.
Así es cómo el coche tiene que estar aparcado. En la acera A, dirección al cole de mi hijo. Así es cómo JM dejó el coche el Viernes por la noche. En la acera B, dirección contraria al cole de nuestro hijo. Así es cómo JM dejo el coche el Domingo: En el quinto coño, acera A, dirección al colegio de nuestro hijo (a las malas, esa era la mejor opción) Así es cómo JM dejó el coche para terminarlo de arreglar. Del quinto coño a la acera B; al menos en dirección al colegio de nuestro hijo (algo es algo)Te puedes imaginar la cara que puse cuando le vi bajar del coche, mirar hacia la ventana y levantar el pulgar como diciendo: "todo arreglado".
Mejor no te lo imagines. Sólo te digo que si mi cabeza estuviera compuesta por cables, hubieran cortocircuitado.
Esto me lleva al meollo de la cuestión: cómo dar instrucciones a un hombre para que te entienda. Después de lo que te he contado, no soy la más indicada para darte lecciones. Míralo más bien como un ejercicio de auto reflexión que pongo al alcance de todo el mundo; por si puede ayudar.
Hay que entender que los tíos, en general, son más simples que una tortilla de huevo. Cualquier cosa que les digas, van a tomársela al pie de la letra (en el mejor de los casos), o van a entenderla al revés. Para evitar problemas es importante que:
1. Le des las instrucciones una a una. Si se le acumulan, su cerebro se colapsa, le entran virus y se descarga unos cuantos Troyanos (sobre futbol, coches o tías).
2. Compruebes que la instrucción no tiene doble sentido. Si lo tiene, él va a entender SÓLO "el doble sentido". Si hay dos formas de actuar, ten por seguro que lo hará de la manera más rocambolesca, aunque el sentido común (si es que los hombres tienen ese sentido) le grite que hacer eso es de gilipollas.
No te engañes. Tres de cada dos mujeres tienen problemas para que su churri las entienda. Lo has leído bien. 3 de cada 2.
Ejemplo: C ari, cuando vayas al súper, pon el niño en el carrito. Tienes la lista de la compra en la puerta de la nevera.
Errores:1. Dos instrucciones seguidas (carrito + lista)
2. Poca especificación sobre el carrito.
Resultado:La buena noticia es que puedes extremar las medidas de seguridad para lograr la máxima comprensión y evitar esos momentos de frustración al ver el resultado de lo que debería haber sido la ejecución de una tarea "nivel básico".
La mala noticia, y siento terminar el post con ella, es que no puedes reducir la tasa de "cagadas varoniles" hasta el 0%. Los problemas continuaran produciéndose por más que te esfuerces en dar las instrucciones con pelos y señales, diagramas, dibujos o cualquier otra técnica que se te ocurra. El problema radica en que, el cerebro masculino, al oír una voz femenina dando instrucciones, reacciona así:
No te cortes y deja tus comentarios más abajo.
Sobre la autora
Olga
Autora de novelas chick lit adicta al chocolate. Soñadora empedernida. Me dedico a escribir por placer historias de amor para mujeres con humor.
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