Sea cual sea el problema en la próstata conviene seguir una serie de recomendaciones: �
- Evitar la obesidad. �
- Llevar una dieta saludable y equilibrada. �
- Aumentar el consumo de frutas y verduras. �
- Eliminar la ingesta de comida basura, comida precocinada, congelada o rica en grasas. �
- Evitar las grasas hidrogenadas. � Reducir lo más posible el consumo de azúcar y harinas refinadas. �
- Reducir o eliminar la ingesta de bebidas alcohólicas, gaseosas o estimulantes.
- Reducir o eliminar las formas de cocción no adecuadas como los fritos, el aluminio,etc. �
- Evitar el consumo de excitantes, drogas,tabaco, etc.
- Respetar las horas de sueño. �
- Realizar ejercicio físico moderado y evitar el sedentarismo.
Alimentos perjudiciales
� Las carnes rojas. Deben evitarse porque contienen gran cantidad de sustancias tóxicas y grasas. Y éstas últimas han sido relacionadas con el cáncer de próstata. Además, la grasa animal es especialmente nociva ya que inhibe la formación de linfocitos.
� Las bebidas alcohólicas. Actúan como depresores de multitud de funciones orgánicas.
� El azúcar blanco. Su consumo elevado incapacita al organismo para defenderse frente a las agresiones y provoca pérdidas de nutrientes.
� El café. Los aceites esenciales responsables de su aroma producen irritación de la uretra prostática.
Alimentos adecuados
Los alimentos que no deben faltar en la alimentación de los enfermos de próstata son: �
El tomate. Contiene una sustancia, el licopeno, que es capaz de controlar el crecimiento celular. Además interviene en el funcionamiento de las células de la próstata.
� La soja. Contiene fitoestrógenos que evitan el crecimiento patológico de la próstata.
� Los frutos secos. Son una muy buena fuente de grasas poliinsaturadas, vitamina E y otros antioxidantes como el zinc y el selenio, todos ellos necesarios para evitar el crecimiento patológico de la próstata.
� Las semillas de calabaza. Contienen esteroles con una estructura vecina a la Dihidrotestosterona, interfiriendo en su metabolismo. Se ha demostrado que su administración reduce la tasa plasmática en la hiperplasia benigna de próstata.
Complementos para la prostata
Hay además algunas sustancias que han demostrado ser útiles para tratar los problemas de próstata. Son éstas:
� Los aminoácidos. Se ha demostrado que la administración de tres aminoácidos – glicina, alinina y ácido glutámico- mitiga muchos de los síntomas de la hiperplasia benigna de próstata. En diversos estudios se observó una mejora importante en la necesidad de orinar por la noche, la urgencia, la frecuencia y la micción retardada.
� El sabal. Numerosos estudios han demostrado que el Sabal reduce de forma eficaz el crecimiento de la próstata, reduce la sintomatología de la hiperplasia benigna de próstata y reduce la producción y la actividad de la dihidrotestosterona.
El zinc. Es la sustancia más importante para la salud de la próstata. Se ha demostrado eficaz en el tratamiento de hiperplasia benigna de próstata. Reduce su tamaño y disminuye la sintomatología. Además es capaz de inhibir la acción de la 5-alfa-reductasa, la enzima que convierte la testosterona en dihidrotestosterona. Por otro lado, en los casos de prostatitis actúa estimulando la función inmunitaria.
Los ácidos grasos esenciales. Su ingesta produce una significativa mejoría en los pacientes con hiperplasia benigna de próstata. Es capaz de evitar la presencia de orina residual en la vejiga, algo frecuente en estos casos. Es importante señalar también su acción antiinflamatoria.