Para estar sanos hay que tener una dieta lo más equilibrada posible. Así pues, hay que buscar un equilibrio entre la ingesta de hidratos de carbono, y proteínas.
Muchas personas que deciden realizar algún tipo de dieta para conseguir bajar de peso suelen disminuir el consumo tanto de hidratos como de grasas y aumentar el de las proteínas.
Un exceso de proteínas en nuestra alimentación puede tener efectos negativos para nuestra salud.
Problemas de salud derivados de un consumo excesivo de proteínas
Osteoporosis
Un elevado consumo de proteínas, sobre todo de origen animal, a largo plazo terminan causando pérdida ósea.
Obesidad
Aunque en un principio con una dieta proteica se puede llegar a perder mucho peso, éstas suelen tener un efecto rebote muy acusado, y es muy habitual que haya problemas de obesidad.
Parkinson
Una ingesta proteica demasiado elevada altera nuestras neuronas, dando lugar a una muerte prematura de las mismas. Este tipo de muerte celular pueden originar enfermedades neurodegenerativas como el Parkinson.
Síntomas de un elevado consumo proteico
Ahora vamos a ver algunos síntomas que nos indican que nos estamos pasando en el consumo proteico en nuestra alimentación.
Fatiga
Las dietas altas en proteína terminan dando lugar a un proceso denominado cetosis. Durante la cetosis, el organismo obtiene de las grasas el combustible necesario que no le estamos aportando a través de la alimentación.
Un síntoma muy evidente de un estado de cetosis es la fatiga.
Deshidratación
Otro síntoma fácilmente detectable es la deshidratación. El exceso de proteína nuestro organismo lo va a liberar a través de los riñones. Los riñones para eliminar los productos procedentes de la proteína van a necesitar una gran cantidad de agua, por lo que es muy común que aparezca la deshidratación.
Aumento de peso
Este síntoma sobre todo se va a dar cuando el consumo proteico es demasiado elevado y seguimos consumiendo también hidratos de carbono y grasas.
Al final un exceso de proteínas en la dieta aporta también un exceso calórico muy significativo, que terminará con un aumento de peso.
Expertos aseguran que el consumo de proteínas aporta significativamente el combustible necesario a los músculos y por lo tanto, garantiza mantener un nivel de glucosa adecuado en la sangre lo que puede evitar graves problemas para cualquier ciclista. Además, el consumir proteínas después del ejercicio o de un recorrido ayuda a aumentar la formación del cuerpo, logrando así que se originen proteínas musculares.
Las proteínas son buenas pero no en exceso.
De igual forma, la ingesta de proteínas es un apoyo fundamental al rendimiento físico y cuidado de la masa muscular de un ciclista por lo que lo más recomendable es consumirlas después de un entrenamiento fuerte para poder lograr una recuperación más rápida y eficaz. Así, las fuentes de proteínas que aportan una mayor cantidad de aminoácidos son la leche, los huevos, carne, pescado y pollo, sin embargo, a la hora de consumir alguno de estos alimentos es importante acudir a un especialista que nos indique las cantidades exactas que debemos consumir para mantener un equilibrio en nuestra salud y por ende, en el estado físico.
En base a los anteriores alimentos, lo que más se recomienda consumir por ejemplo, es alrededor de 800 ml de leche, de 4 a 6 huevos o 175 gramos de carne, pollo o en su defecto pescado lo cual se debe hacer en diferentes momentos del día, es decir, en el desayuno, en el almuerzo o en la cena.