Las mujeres tratadas con ciertos fármacos que bloquean las hormonas para evitar la recurrencia del cáncer de mama, a menudo se encuentran insatisfechas con su vida sexual, según halló un estudio de Suecia.
Más de la mitad de las mujeres mayores tratadas con inhibidores de la aromatasa alegaron que tener sexo les resultaba casi siempre doloroso y con frecuencia tenían una lubricación insuficiente, según informaron los investigadores. En contraste, menos de un tercio de las mujeres tratadas con tamoxifeno reportaron tener relaciones sexuales dolorosas.
Los investigadores han tenido sospechas de que los inhibidores de la aromatasa podrían ser más propensos a causar disfunción sexual durante tiempo prolongado. Esos medicamentos bloquean la producción de estrógeno. El tamoxifeno, por otro lado, sólo evita que la hormona actúe sobre las células de la mama.
Entre las pacientes que tenían relaciones sexuales, el 74% de las que recibían inhibidores de la aromatasa dijeron que comúnmente tenían problemas con la lubricación, comparado con el 40% de las mujeres que no tuvieron cáncer de seno y el 42% de las que fueron tratadas con tamoxifeno.
El dolor al tener sexo se informó en un 57% de las mujeres sexualmente activas entre el grupo de los inhibidores de la aromatasa, en comparación con un 31% en el de tamoxifeno y el 21% o menos en el grupo de comparación.
No hubo una diferencia significativa entre los grupos en el número de mujeres que reportaron problemas para alcanzar el orgasmo.
El nuevo estudio ayuda a ilustrar las diferentes formas en que la salud sexual de las mujeres con los inhibidores de la aromatasa puede estar afectada.
Según los profesionales, el uso de lubricantes vaginales a base de agua puede ayudar a aliviar el dolor durante el sexo.