Instrumentos que trabajan en multi tareas
¿Estamos procesando en modo multi-tareas o realmente lo que estamos haciendo es confundir a nuestro cerebro con una enorme dispersión que nos hace improductivos?
Casi todos sabemos que los ordenadores se crean copiando el modelo humano en muchos de sus aspectos, y hoy en día casi todos los procesadores de ordenador son multi-tarea, es decir que pueden realizar más de un proceso al mismo tiempo.
En realidad la mayoría de los procesadores no realizan varias tareas a la vez, sino que lo hacen tan rápido que esa es la sensación que nos trasmite al usuario, pero lo que hacen es segmentar los tiempos que dedica a cada tarea y realiza de una en una en millonésimas de segundo.
Y por que utilizo este ejemplo, pues porque me gustaría analizar la delgada línea roja que separa la multi tarea de la dispersión mental que se produce en nuestro cerebro saturado por estrés.
Hace no mucho tiempo se había publicado un estudio donde se ponía de manifiesto que las mujeres tenemos la capacidad de resolver varias tareas a la vez, y no voy a entrar en la lectura feminista que se podría sacar de este estudio, sino que quiero poner de relieve la delgada línea que que separa el procesar en modo multi tareas que casi todos hoy en día tanto mujeres como hombres realizamos por la presión del entorno en que nos movemos, de lo que nos lleva a la dispersión mental.
La principal diferencia es que cuando procesamos varias cosas a la vez, lo realizamos justamente segmentando nuestro tiempo dedicado a cada tarea, pero cuando tenemos un exceso de tareas a realizar esta urgencia nos lleva a que se produzca la dispersión mental, este es realmente el efecto que nos produce el estrés.
Y continuo utilizando el símil de los ordenadores porque me parece una metáfora bastante clara.
Cuando tenemos demasiados programas abiertos en el ordenador, todos los usuarios sabemos que el ordenador se colapsa y se vuelve lento en el mejor de los casos, en el peor se pone tonto y los programas no responden.
Lo mismo pasa con nuestra mente, cuando perdemos la capacidad de objetivizar y priorizar, todo se vuelve confuso, nos ponemos a realizar demasiadas tareas a la vez y el resultado es que nos queda la sensación de que no hemos hecho nada de provecho, que el tiempo no nos rinde y se nos ha escapado de las manos sin control.
De verdad, cuando perdemos el enfoque en el objetivo, o cuando nos ponemos demasiados objetivos sin poder cumplir casi ninguno de ellos o los realizamos con un desgaste de energía tal que nos deja exhaustos, debemos empezar a pensar seriamente que el estrés nos está haciendo mella, y deberíamos empezar a tomar medidas serias y buscar herramientas que nos ayuden a reducirlo.