Proceso de desaprendizaje

Así de feliz me voy a quedar cuando desaprenda todo lo que sé

Se jodió. Hasta aquí llegué. He empezado a desaprender todo lo que he aprendido. Todo. Estoy hasta las narices de hacer cosas y luego arrepentirme y pensar: “coño, cómo he hecho esto si ya yo sabía que iba a salir mal”. Los malditos conocimientos adquiridos no me dan sino quebraderos de cabeza. Que si tú sabes hacer esto, que acuérdate cómo se activaba aquello, que si me puedes ayudar que eres un máquina… Carajo, y cuando yo tengo un problema nadie sabe solucionármelo y me tengo que buscar la vida para… aprender a arreglarlo.

Ya está bien, hombre. Que quiero ser un ignorante y vivir feliz, y hasta los ministros me apoyan en esto. Mañana iré a Viana 50, al vicerrectorado, a ver si me quitan el título de licenciado. Voy a ir con el cuento de que me aprobaron la última asignatura porque me copié, a ver si cuela y buscan el examen. Digo yo que los exámenes de la Universidad deben estar ahí como prueba, ¿no? Pues si hay suerte y revisan el último que hice, el de Gramática Española que impartía Ramón Trujillo, se darán cuenta de que estaba para suspender.

Y si me quitan el título me van a quitar también un peso de encima; así ya no tengo que andar diciendo que tengo estudios superiores ni nada. A ver si de esta forma me contratan de una vez en Mercadona o en Hiperdino, los mejores precios de Canarias, que estoy cansado de hacer trabajo sucio (sin seguridad social, sin contrato, sin dignidad ninguna y con responsabilidad toda) para mis compañeros los jefes de prensa, mientras ellos están en la piscina o en el bar de moda.

Desde que empiece a desaprender verán cómo me salen trabajos a porrón. Me voy a hinchar.