Revista Diario
El trabajo como farmacéutico en Reino Unido no tiene absolutamente nada que ver con el trabajo en España. Yo en España me sentía una vendedora, simplemente daba productos, me pagaban, daba la vuelta y adiós. Siempre he pensado que eso lo podía hacer cualquiera sin necesidad de 5 años de carrera. Pero aquí sí que te tratan como a un profesional y se respeta tu criterio por encima de todo.
Obligatoriamente tiene que haber siempre un farmacéutico en la farmacia, sin ninguna excepción. Si el farmacéutico llega tarde, o tiene que salir 5 minutos por una emergencia, la farmacia directamente se cierra. Y lo mejor de todo es que ¡se cumple esta ley! En España, teóricamente tambien tiene que haber siempre un farmacéutico por farmacia, pero daros una vuelta por vuestras farmacias más cercanas, y veréis como la mayor parte del día están gestionadas por auxiliares.
Otra gran diferencia es que hay que etiquetar todos los medicamentos que se venden con receta. En la etiqueta se incluye nombre del paciente, medicamento que se le ha prescrito, dosis y algunas otras advertencias. Este es uno de los puntos que yo veo más importantes y útiles para el paciente ya que tiene toda la información que necesita al alcance de la mano, por lo que se evitan posibles errores en la posología.
Además cada medicamento que sale de la farmacia tiene que estar chequeado por el farmacéutico: hay que controlar que le estamos dando el producto que se le ha prescrito, que el médico haya prescrito la dosis correcta, que no tenga interacciones con cualquier otra medicación que esté tomando y que esté bien etiquetado. Es bastante común estar en contacto con el médico para informarle de que el producto no es adecuado para ese paciente y sugerirle otro diferente, u otra dosis. Yo creo que si en España llamara al médico para algo similar, directamente me colgarían.
Por tanto, el procesos es el siguiente: llega el paciente con su receta y se la da a la chica del mostrador, un auxiliar coge la medicación y la etiqueta en el ordenador, luego lo pasan al farmacéutico que chequea y lo devuelve al mostrador. Así que para que una farmacia funcione correctamente tiene que haber MINIMO tres personas trabajando: una en mostrador, otra que etiqueta y el farmacéutico.
Un inconveniente de esto es que los tiempos de espera se alargan bastante. Desde que un paciente deja su receta en la farmacia hasta que sale con su medicación pueden pasar desde 5 minutos (en el mejor de los casos) hasta más de 20 si hay mucho jaleo. Pero realmente creo que merece la pena la espera.
Además de todo esto, se dan otra gran cantidad de servicios que en España ni se plantean, pero eso ya será cuestión de otro post.
Para quien esté interesado en saber algo más sobre es tema aquí os dejo una carta de un farmacéutico recién licenciado en Tenerife. Estoy completamente de acuerdo con lo que él dice.http://http//www.eldigitaldecanarias.net/articulo.php?ida=966