“Siempre llego a fin de mes sin dinero” dicen muchos a menudo, incluso personas que cuentan con un muy buen trabajo o próspero negocio, “No sé que pasa, pero cada vez alcanza menos el dinero” afirman, y luego comienzan a buscar culpables para esta situación, algunos buscan al más seguro chivo expiatorio: El gobierno de turno. Hablan de crisis económica, y hasta son capaces de culpar al “imperialismo yanqui”.
Pero casi nunca buscan un espejo para encontrar al real causante de tal tragedia: Uno mismo. Yo tenía este mismo problema, a pesar de tener un negocio con una base de venta sólida todo el año y con niveles altos de rentabilidad siempre llegaba a finde mes casi sin dinero, la consecuencia, pagos tardíos de servicios, multas y una que otra deuda.
Este año comencé a estudiar en la universidad con la fortuna de que mi primera clase (cliclo en Perú) develaría mi real problema: Procrastinación, si esa misma palabra desconocida para muchos y tomada a broma por otros como algo natural del ser humano.
Pero, ¿Qué es procrastinar?, Según la Real Academia de la Lengua Española (RAE) procrastinar es “Diferir, aplazar” (RAE, 2011), estas palabras son en realidad sinónimos y se constituyen en dejar para después actividades realmente importantes.
Hasta aquí muchos dirán que todo esto es normal y que es algo intrínseco del ser humano y seguramente que así lo es, sin embargo este problema es cada vez menor a medida que el análisis comienza a centrarse en sociedades más avanzadas o de primer mundo. El Dr. Piers Steel, profesor principal de la universidad de Calgary, indica que “La procrastinación es una plaga de la humanidad desde el inicio de la civilización y si las perspectivas de investigación no evolucionan puede continuar acentuándose por un período considerable de tiempo” (Steel, p.93, 2007).
¿Por qué preocupa tanto la procrastinación? La procrastinación no sólo constituye la dejadez ó el desgano, constituye también pérdida de dinero, malas relaciones inter personales, y esto también se traduce a naciones, lamentablemente hay países con sociedades procrastinadoras, encontramos a la mayoría en el tercer mundo y el Perú es uno de ellos.
¿Cuántas veces escuchamos a la gente quejándose de la crisis económica aún cuando ésta ya no existe más en el país que ya cuenta con más de 8 años de crecimiento sostenido? Lamentablemente la sociedad peruana ha sido formada para procrastinar, desde nuestras casas hasta nuestro sistema educativo, pocas veces se paga a tiempo algún servicio o en el mejor de los casos se espera hasta el último día, generándose colas interminables y por consecuencia pérdida irreparable de tiempo y de dinero.
Como consecuencia de esto se genera otro mal muy enquistado en la sociedad peruana: el plagio. Resulta muy fácil copiar todo en el Perú y es que como todo se deja para última hora, por la premura del tiempo no queda más remedio que buscar donde copiar lo que se necesita hacer.
En países del primer mundo el plagio es considerado un delito, copiar un trabajo y presentarlo en una universidad estadounidense es similar a manejar ebrio, el estudiante queda “manchado” para siempre y su legajo también, quizás por esa rigurosidad es que en países como Estados Unidos se han descubierto casi todos los inventos de la era moderna, aquí el estudiante investiga, desarrolla, no copia.
La procrastinación no es broma, es un flagelo que absorve a la sociedad, quizás si en la currícula escolar y en la universitaria se tome la puntualidad y la organización como valor fundamental del ciudadano, quizás ese día nuestra sociedad comience a cambiar y la economía de cada persona también.
Anualmente se pierden millones por este mal, les recomiendo hacer un ejercicio interesante, hagan un presupuesto de gastos y colóquenlo en una agenda, síganlo por un mes religiosamente sin gastar un sol o dólar más, si al final del mes Usted logra ahorrar dinero podrá darse cuenta que ha estado procrastinando; pero mejor que eso, haga de ese nivel de organización una costumbre con sus hijos, desde el levantarse a cierta hora para tener listos los útiles para el colegio, hasta los días y la dedicación para hacer las tareas.
Nuestra sociedad debe cambiar si es que deseamos formar parte del primer mundo, necesitamos dejar de lado la procrastinación y necesitamos dejar de lado el plagio, la copia. La educación debe estimular al estudiante desde pequeño a investigar y desarrollar, sólo así dejaremos de ser tercermundistas, así es, por que ni siquiera el crecimiento económico nos va a sacar del hoyo.
Referencias:
Real Academia de la Lengua Española – www.rae.es
Steel, P. (2007). The Nature of Procrastination. Psychological Bulletin, 133(1), 65-94