Un reciente estudio de A. T. Kearney para la Asociación de Energía Termosolar Europea, ESTELA, revela que los costes de generación de energía termosolar podrían reducirse a más del 30% en 2015 y a más del 50% en 2025.
El informe revela el creciente potencial de la energía termosolar a medio plazo para sustituir progresivamente las energías convencionales y complementar al resto de fuentes renovables con una solución competitiva en costes.
La energía termosolar está entrando en su fase comercial y pronto será viable como una fuente de energía renovable con un posicionamiento relevante en la cartera de recursos.
Una de las principales conclusiones de este estudio conjunto que lleva elaborando desde enero la consultora es que on el adecuado apoyo, esta energía podrá alcanzar una capacidad instalada global de hasta 100 GW en 2025. Esto implicaría la creación de un máximo de 130.000 empleos de los cuales 45.000 serían trabajos permanentes a jornada completa dedicados al funcionamiento y mantenimiento.
En los próximos 10 años, la energía termosolar será capaz de funcionar con un modelo de negocio productivo, que desafíe a las fuentes de energía convencionales y a otras renovables sin necesidad de primas.
El objetivo del estudio era elaborar una hoja de ruta que proporcionase el coste de la tecnología y el potencial de desarrolllo de la energía termosolar.
El estudio revela que los costes de generación de esta tecnología podrían reducirse a más del 30% en 2015 y más del 50% en 2025. La energía termosolar es, por tanto, una herramienta atractiva que puede hacer una considerable contribución para alcanzar los objetivos energéticos y medioambientales, tales como la conocida Directiva 20-20-20 de la Unión Europea.
Los vehículos eléctricos con baterías de litio no emiten CO2 ni dañan el medio ambiente, siempre que la electricidad provenga de energías renovables, como la eólica, la energía solar fotovoltaica y la termosolar o solar termoeléctrica. Los aerogeneradores podrán suministrar la electricidad al vehículo eléctrico, que en un futuro servirán también para almacenar y regular la electricidad intermitente del sector eólico.