Tengo miedo, lo reconozco. Siento un profundo desasosiego. Se acerca el día de la operación de nuestra chica con SD y estoy nerviosa. Una sensación interior de intranquilidad que no me deja respirar.
Aun siendo mama de siete hijas, afortunadamente nunca me había visto en una situación parecida.
Soy consciente que esta intervención sera muy beneficiosa para mi peque, y no temo por ella, temo por mi.
¿Y si algo sale mal? ¿Y si las cosas se tuercen? ¿ y si no saben como tratar a una niña con SD? ¿que sería de mi? ¿como sobrevivir? ¿que hacer?. Ellos no saben lo maravillosa que es la criatura con la que van a tratar. Cada vez admiro mas a los papas que tienen que vivir estos momentos con frecuencia y en situaciones mucho mas duras.
Estoy deseando que llegue el martes 15 de febrero. A las 13 horas ingresan a mi peque. Y salir el miércoles del hospital sin ningún contratiempo, con una gran sonrisa, como seguro ocurrirá. Pero el poner en manos de otros uno de mis bienes mas valioso me causa gran angustia.
Aun así la vida sigue su ritmo y hoy celebramos el cumpleaños de Raquel, y lo que es mejor junto con la tía Esperanza y las primas, que han venido a pasar unos días con nosotros. Nuestra cuarta hija nació el 14 de febrero, pero las hermanas mayores se van a esquiar con el colegio y yo debo de marchar a Getafe. La fiesta grande ahora, mañana algo mas pequeño. Cuando volvamos fieston.