Por Gabriela Samela
La incorporación de la tecnología digital en la vida social, laboral y personal aceleró la demanda de profesionales y técnicos en tecnología digital. Cada año quedan 5.000 puestos informáticos sin cubrir, según la cámara de las empresas de software (CESSI), y “el límite del crecimiento del sector está dado por la disponibilidad de recursos humanos”, asegura Gabriel Martínez Riva, su director general.
Ante la escasez de perfiles específicos, las empresas ponen en marcha distintas estrategias para desarrollarlos internamente. Además, mientras en alianza con el sector avanzan planes gubernamentales de capacitación gratuita, florecen los cursos no universitarios que enseñan en poco tiempo los gajes de los nuevos oficios informáticos.
Las empresas que prestan servicios TI optan por contratar estudiantes de sistemas y formarlos en las herramientas y lenguajes que necesitan. Pero también, como en el caso de Baufest y Accenture, invierten el proceso: primero forman y después contratan.“Convocamos a una capacitación y decimos que existe la posibilidad de que al finalizar el curso algunos queden, siguiendo el proceso de selección”, cuenta Mariano Foriase, gerente de RR.HH. de Baufest. Ya van por la tercera edición de un curso gratuito de .NET, destinado a estudiantes de carreras de sistemas. “En las dos ediciones anteriores tuvimos 36 estudiantes y quedaron contratados 22”, cuenta.
Los cursos se dictan en 90 horas cátedra, durante 12 días, en horarios diurnos: “Cortamos a las 17 para que puedan ir a la facultad”, aclara Foriase. “Pretendemos que estudien en la universidad porque es lo que les da herramientas para usar en proyectos complejos”, agrega. Accenture, por su parte, desarrolla “escuelitas de programación” que “se organizan en forma periódica de acuerdo a la demanda”, informa Alejandra Ferraro, directora de RR.HH. para Latinoamérica. “Java es una de las tecnologías más demandadas y hemos tenido un promedio de una escuelita por mes”, agrega. En general, a todos los participantes que aprueban el examen se les extiende una oferta laboral. “Si bien no todos ingresan en forma inmediata, en la mayoría de los casos a los tres meses son incorporados”, cuenta.
En Practia convocan a estudiantes de los primeros años de carreras afines a sistemas y los forman. “Que no hayan aprendido los lenguajes específicos en la universidad no es una barrera para entrar a la empresa”, apunta María Noel Otero, responsable de selección de personal. “Hacemos foco en la parte metodológica, así que la formación trasciende la tecnología. Además, buscamos gente con cierta flexibilidad: que no esté muy cerrada a trabajar en una única tecnología”, agrega.
GA, firma dedicada a la transformación digital de los negocios, junto con otras empresas nucleadas en Argencon, formará parte del Plan 111 Mil que lanzaron los ministerios de Producción y Educación en diciembre pasado para formar “100.000 programadores, 10.000 profesionales y 1000 emprendedores tecnológicos” en cuatro años.
El plan comenzará a funcionar “durante el primer semestre” de este año y GA participará con cursos desde sus dos sedes, Buenos Aires y Tandil, según informa Laura Canteros, directora senior de RR.HH. La empresa ya contribuye a largo plazo con el programa Educación 3.0 que capacita a docentes de escuelas secundarias con contenidos tecnológicos. También sigue funcionando Empleartec, programa de formación gratuito que desarrollan en conjunto la CESSI y el Ministerio de Trabajo desde 2006 y por el que pasaron 35.000 personas. En 2016 se dictaron 242 cursos y este año “estamos a la espera de que el Ministerio nos dé el ok para avanzar con la propuesta de 302 cursos”, cuenta Gabriel Martínez Riva, director general de la CESSI. Los cursos son presenciales, duran 80 horas y los más solicitados son “programación, redes, desarrollo mobile, testing y diseño de páginas web”, enumera Nazareno Villa, coordinador del programa.
Digital House, un centro de formación en oficios digitales, se abrió hace un año con 60 alumnos. Hoy tiene dos sedes y una matrícula de 1.000 estudiantes. “Una parte de los alumnos ya tiene trabajo, pero quiere crecer y necesita incorporar herramientas digitales. Otra parte está emprendiendo o tiene su propia pyme”, describe Nelson Duboscq, el CEO. La escuela forma en cuatro meses programadores web y mobile y el sistema pedagógico es 70% práctica y 30% teoría, basados en metodologías ágiles.Fuente: Samela, G. (2017). Programadores express o cómo paliar la falta de perfiles en TI. Clarín. Recuperado de http://www.clarin.com/ieco/campus/programadores-express-paliar-falta-perfiles_0_HJI_f_gjg.html