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Confrontarse a lo que nos niega nuestro derecho a ser, a amarnos, a clamar por lo que creemos justo es algo necesario, aunque hay quienes te acusarán de ser egoista e ir a tu bola! Pero confrontarse es dialogar, buscar la armonía en el contraste, la complementariedad y en la diversidad enriquecedora, sin caer en la dualidad mental que nos impone la irreconciliable relación entre hombres y mujeres, ricos y pobres, occidentales y orientales, etc que configuran nuestro mundo actual. Y dialogar para llegar a un entente, en el que cada uno puede ceder alguna parcela, pero con el claro límite de no dejar de ser él mismo, en lo esencial. Si debo dejar de ser yo mismo para complacerte, es que no debo o no debes estar en mi vida. Yo solo he venido a enriquecerte, aunque sea estando ausente! Solo dando lo mejor de uno mismo al otro, ambos crecemos, ambos evolucionamos como persona, al fin y al cabo, cumplimos la misión de esta vida, en la que nuestro único mérito es buscar la armonía y el equilibrio de lo aparentemente contrario y diverso. ¿Cómo ser yo y amarte, sin que tú dejes de ser tú y también te ames?
Quizás llegados a este punto, habría que aceptar que la vida es -o debería ser- armonía! Aunque para ello haya que confrontarse dialogando, pero dejando atrás el miedo! Confrontarse uno mismo, con sus viejos esquemas y caducos pensamientos basados en el pasado; confrontarse a los demás y al mundo que nos rodea para llegar a un entente de respeto mútuo, donde cada uno sea tal como es y crezcan al unísono, sin entorpecerse y hallando cada cual su propio sentido a esta vida…
Y, aunque sea una cierta visión zen de la vida, una flor está hecha de varios pétalos, cada uno con su propio aroma, color y sentido pero que juntos forman algo superior que es la flor en su conjunto. Si para ello ha de dialogarse para que cada pétalo no se funda en el total, siendo como es cada uno y aportando lo mejor de sí mismo al conjunto, pues confrontémonos y dialoguemos. Y eso es extensible a las relaciones humanas de cualquier tipo entre personas, ya sean individuos, padres, parejas, familias, poblaciones, regiones, países… en los que la suma de todos es superior a la suma de las partes, pero que cada parte es como es y aporta lo mejor de sí misma… al mundo y a la vida, con amor!
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