El peligro de la radiación procedente de una central nuclear japonesa dañada por el maremoto del 11 de marzo - de uno de cuyos reactores se detectó una columna de humo negro - se cernió el miércoles al aparecer niveles peligrosos para los niños en el agua de Tokio, al tiempo que Estados Unidos se convirtió en la primera nación que bloquea las importaciones de alimentos nipones.
Según informó la cadena de televisión NHK, los niveles de radiación han sido hallados en una depuradora de agua del norte de Tokio, por lo que el Gobierno metropolitano ha pedido a los padres que sus bebés no beban agua corriente.
El Gobierno japonés consideró tambien este miércoles que el coste de los daños del terremoto es de 217.400 millones de euros especialmente por los daños en edificios e infraestructuras.
Las cifras de víctimas no han dejado de aumentar en los últimos doce días. Según el último cómputo policial, divulgado este mediodía, son ya 9.408 los muertos y 14.716 los desaparecidos.