
Una chica abraza por detrás a un chico. Todo indica que son pareja. Su sonrisa y su mirada de enamorados les delatan. Además, son católicos. Creen en Dios y, para ellos, el sexo es sagrado. Pero, en contra de lo que propugna la jerarquía eclesiástica, también creen en el uso del condón: "Los buenos católicos y católicas usan condones", se lee debajo de ellos.