En Malasia, los no musulmanes no pueden utilizar la palabra Alá, en 2011 uno no podía vestirse de amarillo (era el color elegido por los protestantes contra el Gobierno) y los oriundos no pueden besarse y cogerse de la mano en público.
Blythe (EEUU): Hay que poseer al menos dos vacas para llevar botas de ‘cowboy’.
Florida (EEUU): La ley prohíbe el sexo oral bajo pena de 20 años de cárcel.
Carolina del Sur (EEUU): Está totalmente prohibido dormir en una fábrica de queso.
Vermont (EEUU): La mujer no puede usar dentadura postiza sin el permiso del marido.
Rhode Island (EEUU): No está permitido vestir con ropa transparente.
Sevilla (España): Está prohibido jugar a los dados o al dominó en las terrazas.
Francia: No está permitido besarse en el andén de las estaciones de tren.
Mónaco: En el país del juego se prohíbe a los monegascos apostar en los casinos.
Alemania: No se permite utilizar taladros en casa los domingos.
Alemania: Se prohíbe que las personas se paseen por la calle con una máscara.
Burundi: No se puede correr en grupos de más de dos personas.
Turkmenistán: Son ilegales el ballet, la ópera y hacer ‘playback’.
Malasia: No se permite vestir ropa amarilla, porque la usaban los disidentes.
Singapur: El Gobierno prohibió en 1992 fabricar, vender y mascar chicle.
Indonesia: Es ilegal la masturbación, bajo pena de ser decapitado.
Noruega: No se permite la castración de perros ni gatos dentro de su frontera.
Corea del Norte: Prohibidos los vaqueros azules, pero no los negros.
Y por último, están las restricciones absurdas, que en EEUU son decenas: en Utah no podrá llevar un violín en una bolsa de papel; en Rhode Island no podrá vestir ropa transparente y si es fémina en Vermont, necesitará de un permiso de su marido para usar dentadura postiza.