Cada vez buscamos más aventura en ese viaje, que sea más lejos, que se más largo, que sea más interesante o incluso, más peligroso. ¿No es verdad? Pues bien, para aquellos viajeros nivel profesional que buscan un reto, aquí tenemos una lista de lugares especialmente difíciles de visitar. Algunos de ellos incluso prohibidos, pero no por ello menos atractivos.
Nan Madol
Comencemos por las islas. Se trata de una serie de pequeñas islas artificiales, unidas entre sí por canales. Fue la capital ceremonial y política de la dinastía Saudeleur más o menos hasta el año 1.500 a.C. Su historia es apasionante y está llena de misterios. No tiene agua dulce ni produce ningún tipo de alimento. Para visitarlo se necesita un permiso especial y pagar una especie de visado, sin embargo sólo es posible llegar por barco y la gente, por alguna razón o leyenda local sobre maldiciones a los turistas, no acostumbra a quedarse a dormir allí, sino que vuelven a Pohpei para hacerlo, ya que además no cuenta con ningún hotel. Sin duda ocupa uno de los puestos de honor en las listas de lugares más interesantes del mundo, pero llegar allí es todo un reto.
La Isla de las Serpientes
Oficialmente llamada Isla de la Quemada Grande, pertenece a Brasil. Concretamente son 43 hectáreas en la costa de Sao Paulo. Allí vive una de las cobras más venenosas del mundo, la yarará dorada, quizá por eso la han llamado "el infierno en la tierra". Debe de haber unas 4.000, es decir, unas 9 cobras por metro cuadrado... vamos que no puedes dar dos pasos sin pisar una de estos peligrosos animalitos cuyo veneno puede matar a una persona en un par de minutos. La visita está lógicamente prohibida, pero los más aventureros pueden intentarlo con un permiso especial.
La Isla de Surtsey
Una de las más jóvenes de nuestro planeta. A 32 kilómetros al sur de Islandia, salió del fondo del mar en 1963 como resultado de una erupción volcánica submarina. Siguió creciendo durante 4 años más y en 1967 medía ya 2,7 kilómetros cuadrados. Hace las delicias de los geólogos y los biólogos porque al tratarse de una isla completamente estéril, es una oportunidad de oro poder observar la formación de un ecosistema que parte de cero: hongos y bacterias, plantas, aves curiosas que llegaron volando... y precisamente para preservarla de la contaminación humana, está prohibido visitarla.
La fosa de las Marianas
Es la fosa oceánica más profunda conocida y también el lugar más profundo de la corteza terrestres. De hecho, la parte más profunda de la fosa se conoce como el Abismo Challenger, a unos 11 kilómetros de profundidad. Eso son una cuantas atmósferas de presión, lo que complica su visita, pero no la hace imposible, porque de hecho se ha podido medir gracias a diversas expediciones, pero no es nada fácil. Además la fosa no es pequeña, 2550 km de largo por 70 de ancho. Es el lugar perfecto para que se esconda la fauna marina, tanto que allí se pueden encontrar especies desconocidas, como el famoso calamar gigante o minúsculos organismos unicelulares. A bucear se ha dicho.
Santuario de Ise
Volviendo a tierra, destacamos el santuario Shinto más importante de Japón. Hasta hace bien poco se trataba de un misterioso lugar, vetado a todo aquél que fuera ajeno al mismo. Fue allí donde la familia imperial japonesa consagró los espíritus de sus antepasados, entre los que está la diosa del sol, Aaterasu. Es un lugar que se destruye y vuelve a construir por completo cada 20 años, desde el siglo VII. Actualmente se puede visitar, aunque no es nada fácil conseguirlo.
La tumba de Qin Shi Huang
En China. El mauselo del hombre que unificó el Imperio del Centro y que se mantuvo intacta durante más de 2.200 años, en el interior de una pirámide de tres pisos y 76 metros de altura, cubierta de tierra y preservada por u complejo sistema de drenaje. En su momento fue un lugar mágico y oculto a los ojos de los mortales, pero actualmente es posible visitarlo, incluso sin una excursión organizada, aunque eso sí, el circo que tiene montado a su alrededor lo convierte casi en una misión imposible. Sólo hay que tener mucha paciencia.
La Capilla del Arca de la Alianza
En Etiopía. Se trata de un baúl sagrado donde se guardan las tablas de la ley de Moisés, con los 10 mandamientos de la religión católica. Moisés los recibió de Dios en el Monte Sinaí, en Israel y misteriosamente... cada uno puedo situarlas donde mejor le parezca a su imaginación, pero los etíopes aseguran que el propio Menelik I, hijo del rey Salomón y la reina de Saba, se lo llevó a Etiopía... así... sin más, para resguardarla y esconderla de las guerras. Desde entonces está allí, en una tesorería especial junto a la Iglesia de Santa María de Sión, en Axum. Cada uno puedo pensar lo que quiera, y bastaría con una simple visita para salir de dudas, pero... curiosamente, el arca no puede ser vista por nadie, salvo el sumo Sacerdote, un anciano monje que se encarga de su cuidado y preservación, no puede salir del pequeño patio que rodea la capilla y que será sucedido por otro santo varón tras su muerte.