Revista En Femenino

Prohibido llorar

Por Titiroca

No hace mucho que mi pequeña dictadora estaba llorando en la calle, a lágrima viva, porque no le daba lo que quería, una señora pasó por nuestro lado y le dijo "Uy, qué fea te pones cuando lloras". "Si lloras, Mamá se pone triste"

¿Perdona?? WTF??? ¿Debe dejar de llorar porque se pone fea? ¿Está prohibido llorar?. Pero... ¿qué problema tiene la gente con llorar?? ¿Y con el físico? Yo triste no me pongo, pero sí me enfado, me pone enferma, me enervo, me rebelo, me encabrono con ese tipo de comentarios y más si son dirigidos a mi hija.

¿Desde cuándo está prohibido llorar?

Cuántas veces habremos oído eso de que los niños no lloran...

Cuántas veces habremos oído eso de que llorar es de débiles...

Cuántas veces nos habrán dicho que no nos viese llorar la persona por la que lo hacíamos...

Prohibido llorar

Los adultos tenemos la idea de que llorar muestra una imagen de debilidad, fragilidad y lástima que no nos beneficia lo más mínimo, es más, que nos perjudica porque mostramos nuestros puntos débiles. Nos está prohibido llorar. Y nada más lejos de la realidad. Llorar no es de débiles, si no de personas que muestran sus emociones y las tratan con naturalidad porque en la vida, unas veces se ríe y otras se llora, pero siempre hay que levantarse y mirar hacia delante.

Lo importante NO es si está fea o guapa, si no el por qué llora y si merece tal sofocón. Y es que parece que está mal visto. Como si estuviese prohibido llorar. No es malo estar triste. Es un estado inherente al ser humano, por lo que no debemos tratar de ocultarlo a toda costa.

Prohibido llorar

¿Os imagináis en un funeral diciendo a cada persona que vea llorando que deje de llorar que se pone fea?. Vamos, os echan de allí con tal patada que acabaríais directamente en el hospital. Y de forma más que merecida, por supuesto.

Pues es igual de absurdo decir esa frase a un niño porque llorar NO es malo. Es una emoción, y como tal, hay que aprender a identificarla y gestionarla. Debe darse cuenta que no compensa cogerse tremendos berrinches por determinadas cosas, porque no puede tener todo lo que quiere.


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