En esta entrada quiero compartir un método para ser más fuertes a nivel emocional. Lo he extraído de un interensantísimo blog al que sigo desde hace tiempo. El blog se llama Escuela de Felicidad y es de Rafael Santandreu, autor también del libro que lleva el mismo nombre y que comenté en otra entrada.
Se trata de aprender a no quejarse, combatir las quejas. Intentamos construir una filosofía antiquejas. Está prohibido quejarse y hay que creerse con fuerza este principio. También se trata de combatir con fuerza las “necesititis”. Hay que intentar combatir nuestro diálogo interno basado en las quejas y por tanto en las “necesititis”.
Tenemos “necesititis” y quejas en 3 ámbitos:
1. Quejas sobre uno mismo: Muchas veces tenemos un diálogo interno en el que nos decimos “debo hacer las cosas mucho mejor de cómo las hago”, “como no hago las cosas tan bien como me gustaría, no tengo éxito y casi no tengo amigos, porque como no tengo éxito, nadie quiere estar conmigo”, “soy un desastre”… muchas veces nos echamos la bronca a nosotros mismos y con mucha fuerza.
2. Quejas sobre los demás: Muchas veces nos decimos a nosotros mismos: “Los demás deberían tratarme bien, deberían ayudarme si yo les ayudo”. Necesitamos que los demás nos traten de una determinada manera y si no nos quejamos.
3. Quejas sobre la vida, sobre la realidad: En ocasiones nos decimos cosas como éstas: “Necesito carreteras sin tráfico porque tal como están ahora es que no lo puedo soportar”, “Necesito una ciudad más limpia porque tal como está es imposible vivir”, “Necesito que las cosas me salga bien, como yo tenía previsto que salieran”
Por lo tanto nos creamos necesidades sobre nosotros mismos, sobre los demás y sobre la realidad. Nos quejamos de nosotros mismos, de los demás y de la vida. Exigimos que nosotros tenemos que hacer las cosas bien, que los demás nos tienen que tratar bien y que las cosas en la vida nos tienen que ser favorables.
Pero estas exigencias las tenemos que transformar en preferencias y entonces en nuestro diálogo interno decirnos: “Preferiría hacer las cosas bien, pero si no es así no va a pasar nada, yo puedo ser igualmente feliz porque necesito muy poco para ser feliz”. “Preferiría que los demás me trataran bien, pero si no es así no va a pasar nada, porque no necesito de los demás para ser feliz”. “Preferiría que las cosas me salieran bien, pero pensar que todo en la vida me va a ser siempre favorable es irracional, puesto que no siempre las cosas nos van a salir como esperábamos”.
Hay que aprender a no quejarse y a no necesitar. Podemos tener muchos objetivos y metas en la vida pero si no salen no salen, no va a pasar absolutamente nada, tendremos otras muchas posibilidades para ser felices. Es importante aprender a tomarnos las cosas con ligereza, sin presión. Aprender a convertir las exigencias en preferencias.
¿Que os parece? ....
Feliz semana!!!