¿Les ha pasado que llevan días en estado grinch y que nada les acomoda, nada les gusta, y nada sale? Pues así he estado los últimos meses. Mi estado anímico ha estado por los suelos y entre pérdidas, estrés, frustración laboral, lesiones físicas, complicaciones propias de vivir en el extranjero y demás menesteres, todo ha ido en picada.
Cuando todo sale mal, la mente se apaga y automáticamente tus sentidos atraen la mala vibra y por más que quieras que las cosas mejoren, el efecto es completamente a la inversa. Tal vez deseas que la situación cambie pero tu estado anímico está tan devastado que por más que quieres, la balanza no se mueve a tu favor. Sigues quejándote, viendo todo lo malo que hay en todo y seguramente hasta estás sin moverte, sin actuar y sin hacer que las cosas sucedan. Entras a una especie de círculo vicioso donde por más que quieras avanzar estás atrapado en un laberinto sin salida. Algo similar pasa al revés; Como cuando empiezas a salir con un chico y de repente resultas atractiva hasta para aquellos que antes ni te pelaban. Esto es porque estás más receptiva y porque tu estado de ánimo está por las nubes. Te sientes bonita, te ves bonita y ese “que se yo, que no se que” lo transpiras y hace que el otro se fije en ti. Sonríes más, dejas de quejarte y seguramente hasta saludas a la chica del trabajo (si, esa que tan mal te cae). ¿Te suena?
Que fácil es decirlo pero ¿y hacerlo? A que sonreíste. Pues bien dicen que lo único que no se puede arreglar es la muerte y mientras eso sucede tienes más de un millón de oportunidades para volver a empezar y así sean dos, tres, 10, 100, 1000 veces, rendirse jamás. El sol nunca deja de salir ¿o si?
Cuando la vida te pone obstáculos los límites sólo están en tu mente.
El pasado fin de semana tuve la gran dicha de formar parte de los V Juegos Nacionales de Trasplantados Alcázar de San Juan 2015 como voluntaria en la organización del evento por parte de la Asociación Deporte&Trasplante España y acompañando a mi cómplice de sueños, mi héroe, que participó por primera vez en dichos campeonatos. Si bien no somos españoles, el pequeño livercito (como llamo de cariño al nuevo hígado del cavernícola) de tan sólo tres años sí lo es. Así que como extranjeros / invitados / amigos / familia, convivimos con más de 90 personas que son la prueba fehaciente que la donación de órganos es una segunda GRAN oportunidad de vida. Y no sólo eso, porque aunque ellos no lo digan tienen muuuuchos huevos para seguir. Su día a día es una lucha constante y sí; mucha ciencia, mucha fe, mucha donación, mucha buena voluntad pero ellos son los que se levantan todos los días con un nuevo camino que seguir, nada los detiene y gritan con hechos QUIERO SEGUIR VIVIENDO.
Los límites los tienes en la mente y cuando una puerta se cierra otra se abre y si no, toca más fuerte. Pero toca que las cosas no llegan por si solas. La receta de la felicidad la tienes en tus manos y si algo falla cambia de estrategia, busca nuevos horizontes y adáptate a las circunstancias. Dicen que somos seres de costumbres pero al final del día lo mejor es adaptarte así que si algo se te mueve, muévete al compás. Te lo digo y te lo repito; para que haya luz es necesaria la sombra. No pierdas la sonrisa y a seguir pa´lante que pa´trás sólo para tomar impulso. La vida puede que te ponga obstáculos pero está en tu mente limitarte o seguir. Qué dices, ¿luchamos?