Electricidad pasa por mi cuerpo en este momento que me cae el veinte que la NFL está encima de nosotros. Se acabó esa maldición que se llama Offseason, al fin podemos revolotear de alegría por nuestros jardines, gritando intensamente a los cielos y pensando en que este fue el último domingo sin ese agujero que manteníamos en el estómago. No dejo de mirar mi reloj pensando que las manecillas van a acelerarse hasta que en un abrir y cerrar de ojos sea jueves.
Se acerca el Bears vs Packers y la formidable defensiva de los Bears liderada por el vehemente Khalil Mack se enfrentará al “nuevo” Aaron Rodgers, motivado por la idea y el convencimiento propio de que el rechoncho McCarthy era la causa de todos sus problemas, y con el apoyo ciego de su coach Matt LaFleur, quien seguramente lleva unas pincitas diariamente a la oficina para no lastimar ni por un segundo el ánimo de su quarterback estrella.
Y hablando a mayor escala nos enfrentamos a una interesantísima temporada, en donde desde hoy mismo mando mis malas vibras a los Patriots que me traen harrrrto: YA NO LOS QUIERO VER EN EL SUPER BOWL, me aburren. Mándenme a otro equipo, aunque sean los Cowboys (bueno,no… retiro lo dicho).
Por un lado creo que no me voy a perder un solo partido de los electrizantes Chiefs, ese Patrick Mahomes me hace tirar baba cada vez que lo veo. Así como ellos, la AFC me va a regalar buenos partidos de los olvidados Steelers, de los Browns sobre o subvalorados (todavía no sé) que pintan, al menos, como generadores de grandes emociones; los Texans con su quarterback espectacular en Deshaun Watson y lo que podría ser el nacimiento de una estrella en Sam Darnold con los Jets (me gusta mucho).
En la NFC hay todavía más felicidad. A la pelea por la NFC South no le quitaré el ojo, pero también quiero ver el regreso a la grandeza de Carson Wentz con los Eagles, el nacimiento de Daniel Jones con Giants; y cómo no, a mis Niners en playoffs de la mano de un par de consolidados Kyle Shanahan y Jimmy Garoppolo. No quiero dejar de mencionar al gran Russel Wilson demostrandonos OTRA VEZ que puede cargar un equipo como los Seahawks prácticamente solo, un misterioso Kyler Murray (a quien le deseo que triunfe con los Cardinals) y unos Vikings que necesito le den justicia a la gran mano del coach de Mike Zimmer.
No los quiero marear más con mis choros, simplemente le quiero decir a mi familia y a mi novia que ya saben que no existo los domingos de aquí a febrero y que le echaré todos los kilos para darles los mejores análisis y consejos de apuestas de NFL en Primero y Diez.
Abrazos.
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