Voy retomando las fuerzas para hacer reseñas de libros y relatos y uno al que le tenia bastante ganas es Prologue to Nikaea de David Annandale, de la saga de la Herejía de Horus, que salio como parte del Summer of Reading 2018, en el pasado mes de agosto (Fue el séptimo relato de siete y el segundo de la Herejía de Horus).
Este relato ha salido solo en formato digital, en un archivo de 76 páginas, aunque el relato en si ocupara unas 50, poco más, siendo el resto lo típico: Sobre el autor, portada, índice, propaganda, extracto de otra obra, terminos y condiciones...Salvo en el pack de Summer of Reading no ha salido publicado en otra parte y no ha sido traducido oficialmente. La portada es un diseño original, pero no se quien fue el artista.
La historia se ubica en algún punto de la Gran Cruzada, antes de los hechos, eso si, que desencadenan la Herejía de Horus. Malcador el Sigilita tiene un peculiar dispositivo en Terra, en forma de trono y en una celda llena de runas y guardas psíquicas, donde escudriña la disformidad para descubrir amenazas para el Imperio. Pronto descubre una extraña tormenta psíquica en el Inmaterium, que se va filtrando hacia la realidad. Esta situada en un mundo imperial llamado Thawra. Un mundo conocido por ser hogar de una gran población de psíquicos...y que esta sufriendo una rebelión. Al llegar allí, junto con una fuerza de Adeptus Custodes, dirigidos por el Capitán-Escudo Collatinus, descubre que lo peor no es la rebelión, sino como la están combatiendo los leales al Imperio. Usar el fue contra el fuego no siempre es una buena idea y esto hace saltar todas las alarmas en Malcador.
Es una guerra de psíquicos contra psíquicos, con algunos elementos que hacen este conflicto aun más peligroso. Malcador, que también es psíquico (Dicen que el mas poderoso, solo superado por el Emperador y quizás igualado por Magnus el Rojo, Primarca de los Mil Hijos) tiene que actuar rápido. Estará a tiempo?
El autor
Si alguien se espera un relato de la Herejía de Horus al uso, que se olvide. No esta encuadrado en la Herejía de Horus ni en momentos inmediatos y cercanos. No esta, al menos en apariencia vinculado este relato a otra obra publicada. No salen Astartes ni Primarcas nombrados. Por no tener no tenemos ni un marco de tiempo-espacio claro y solo sabemos que ocurre en algún momento de la Gran Cruzada en alguna parte del Imperio, en un planeta que ha acatado las normas Imperiales.Esto tiene sus ventajas y sus desventajas, claramente, pero mas desventajas que ventajas. Se puede tomar el relato de forma independiente sin necesidad de otros libros, ya que salvo Malcador, tanto personajes como lugares son propios y únicos de este relato.Pero no tenemos un marco de referencia, una guía para saber que esperar de este relato, quedando totalmente en manos del timonel, que es el autor.
Y la verdad es que David Annandale en este relato no estuvo como en otras ocasiones, para mi gusto al menos.
En este relato se nos intenta mostrar los peligros de la disformidad mezclados con otros peligros mas mundanos y nada psíquicos, como son el exceso de confianza y una devoción desmedida por una causa o persona (En este caso, por el Emperador) que llega a ser prácticamente fanatismo, sobre todo en manos de gente con poder e influencia, llegando al momento de pensar que si esto pasa con humanos "normales" que podría pasar con por ejemplo Astartes. Si, los Mil Hijos, pero también están a su sombra los Portadores de la Palabra.
El problema de este relato es el ritmo, que va a como a trancas y a barrancas, llegan a puntos donde el autor se recrea en exceso en imágenes psíquicas y psicodélicas que intenta plasmas en palabras y términos de nuestro mundo, para darse cuenta de que se esta comiendo lineas y la historia no avanza, por lo que tiene que hacer saltar la acción de un punto a otro, para que avance, llegue a otro paisaje onírico-disforme-psicodélico...y vuelta a empezar, sacrificando por el camino acción, fluidez del relato y trasfondo de los personajes, incluso sus propias descripciones. Eso hace pesado el relato en algunos puntos, lo cual es terrible a mi entender en un relato de estas dimensiones. El resultado final es una historia que a duras penas llega a correcta, llegando a un desenlace más que esperable. Por si fuera poco, no obtenemos nada nuevo ni sobre Malcador, ni sobre el Imperio ni nada. Solo el detalle de que Malcador tiene una especie de trono de piedra en el Palacio Imperial que usa para escudriñar el Inmaterium. Pero no hay datos, no hay siquiera insinuaciones de datos, como en otros relatos. A lo sumo y con esfuerzo, puede llegar a entender la periferia de los pensamientos y sentimientos de Malcador hacia Magnus el Rojo y porque actua como actua con el (Además de otras decisiones que toma), pero para eso has tenido que leer mucho de la Herejía de Horus antes. Pero mucho,mucho y hay que unir algunos puntos casi a ciegas.
El titulo me parece que lo pensaron como gancho para atraer a la gente, insinuando que podría haber algo que conectase con Nikaea y el juicio a Magnus con todo lo que vino después. La gente pensara "A ver que trastada han hecho los Mil Hijos ahora en esta historia...", pero ni Mil Hijos ni leches, por lo que puede llegar a decepcionar, lo cual es peligroso
Personalmente, creo, para acabar ya esta reseña, que podría haber sido un relato mucho mejor si el autor dejase de retozar tanto por paisajes oniricos y hubiera distribuido mejor la acción y las descripciones. Pone demasiado peso en algunas cosas y demasiado poco en otras. Es una historia con potencial,con mucho potencial, pero muy mal aprovechado, llegando por los pelos al suficiente tras unas cuantas lecturas en profundidad y siendo magnánimo.
Y es una pena porque David Annandale es muy buen escritor con obras excelentes. Pero todos podemos tener un mal día, no? No sería justo juzgar la obra del autor por un solo trabajo y menos por uno como este.