Imagen: Casa del Libro
Una profesora de Primaria aparece asesinada en su aula, dentro de un armario, con la boca y las muñecas enrolladas en papel celo, igual que ella castigó a Sofía, una de sus alumnas. Algunas de sus amigas deciden investigar para encontrar al culpable y así evitar LA CATÁSTROFE. ¿Quién querría ver muerta a Adela? La lista de sospechosos es muy larga, pero muy pronto otro hecho terrible la reduce drásticamente.A través de sus miradas inocentes pero con la aguda intuición infantil, el lector se adentrará en el mundo de Sofía, la niña hiperactiva que más odiaba a la profesora. También conocerá a su madre, una doctora desesperada que vive solo para su hija. Sin embargo, lo que descubrirá en este camino quizás habría preferido no haberlo sabido nunca.
Edición: 1ª ed.Publicación: Barcelona: Suma de Letras, 2016Descripción física: 288 p.; 23 cm.CDU: 821.134.2-31"20"Signatura: N NOG pro Precio: 16,90 euros en Casa del Libro.
Hace ya algún tiempo contaba cómo por casualidad había conocido a Amelia Noguera a través de la iniciativa del libro viajero, por la que recibí su primera novela, Escrita en tu nombre, con la que me cautivó. Posteriormente le fui siguiendo la pista, y a esa lectura le siguieron La marca de la luna, La pintora de estrellas y por último El ángel caído. Prométeme que serás delfín llevaba ya unos cuantos meses esperando su turno, pero para variar mi lista de lecturas pendientes sigue siendo interminable, así que no ha sido hasta ahora cuando por fin he podido leerlo.
Esta vez nos encontramos a una Amelia totalmente distinta a lo que yo estaba acostumbrada; en esta ocasión la historia que nos narra es de lo más actual, ya que por un lado trata sobre los problemas de los recortes que afectan a las escuelas, y por otro de los niños con TDAH y cómo es el día a día tanto para ellos como para sus padres y sus compañeros de colegio y profesores. Y para contarnos mejor esta historia, la autora la narra en dos voces: la voz infantil de una de las niñas del colegio, que va contando todo lo que sucede desde que un día se encuentran a Adela, su profesora, muerta en el aula; y la voz adulta de una de las madres, concretamente la de Sofía, que es quien tiene TDAH y además es la que más a menudo sufre la ira de Adela. Con este panorama, Amelia aprovecha para hacer una crítica bastante dura a la situación en los colegios, a esos profesores desmotivados que les hacen la vida imposible a sus alumnos, a lo incomprendidos que son a veces los niños con TDAH... Situaciones totalmente reales.
Recuerdo que cuando se publicó la novela mi amiga Esther la leyó, porque fuimos unas cuantas las que le habíamos dado tanto la tabarra con que tenía que leer cualquier novela de Amelia, y se decantó por esta; supongo que al ser maestra, le llamó la atención el tema que trataba este libro. Y sin embargo me quedé un poco chafada porque a ella no le gustó demasiado, y es que eso de que recomiendes a un autor y resulte que no aciertas, es un poco frustrante. Yo tenía claro que por fuerza me iba a gustar esta historia, igual que me habían gustado todas las demás, pero después de esto me entraron algunas dudas. Aunque finalmente me decidí a leerla, por curiosidad.
La historia me resultó un poco ajena, más que nada porque hace siglos que fui al colegio, no tengo hijos en edad escolar, y salvo Esther y un par de amigos más, no conozco de cerca a demasiados profesionales de la enseñanza. Y para rematar, tampoco tengo a ningún conocido cercano con un hijo que sufra de TDAH, con lo cual todo me parecía demasiado lejano. En realidad no pasa nada por esto, porque la autora lo cuenta todo muy bien y leyendo esta historia acabaremos sabiendo lo que es el TDAH, cómo es convivir con un niño que lo sufre, y todo lo que acompaña a una cosa así. Y además es fácil seguir el hilo narrativo porque al mismo tiempo que conoceremos detalles sobre Sofía, también veremos cómo los niños se erigen en detectives y deciden resolver por su cuenta el asesinato de Adela, que es quizá la parte más entretenida de toda la historia. ¿Quién habrá sido? ¿Un alumno, un padre, un profesor? Nada está claro, porque Adela era tan insoportable que en realidad cualquiera habría podido tener ganas de acabar con ella en algún momento, incluso nosotros como lectores lo habríamos hecho sin dudarlo; pero hay que descubrir al culpable cuanto antes, para evitar LA CATÁSTROFE. ¿Lo conseguirán? Para averiguarlo tendremos que leer esta historia, y también para saber el motivo de que se titule así, porque a mí al principio me chirriaba un montón ese título pero resulta que también tiene su explicación.
Para resumir, si os interesan las historias que al mismo tiempo sean una crítica social, seguro que Prométeme que serás delfín os resultará interesante, igual que si estáis familiarizados con el mundo de la enseñanza o incluso si tenéis a un niño cercano con TDAH. Si sois maestros no sé si os terminará de gustar cómo la autora retrata a algunos, aunque como siempre en esta vida, se puede generalizar pero en todas partes hay gente buena y gente mala. En mi caso, me ha resultado interesante conocer más detalles sobre estos niños; sin embargo estoy tan acostumbrada a la prosa tan bonita de Amelia en el resto de sus novelas, que leyendo esta ha sido una sensación un poco rara. En más de un fragmento del libro me he sorprendido a mí misma pensando "esta no es Amelia, que me la han cambiado"...