Tras desafiar al despiadado Enclave, sobrevivir a las tierras baldías y tumbar al rígido matriarcado de Sailum, Gaia Stone se enfrenta al mayor desafío de su vida: conducir a los habitantes de Sailum hasta el Enclave y convencer al Protectorado de que les conceda refugio contra los páramos. En ausencia de Gaia, la crueldad del Enclave ha aumentado y su deseo de experimentar con madres del exterior del muro sobrepasa todos los límites. Ahora, además, el precio que deben pagar por la cooperación o la sublevación es tremendamente alto: ¿está Gaia preparada, como líder, para sacrificar lo que más ama?
Tercera y última novela de la serie “Marca de nacimiento”. Es la novela que menos me ha gustado de las tres. Todas son duras, están llenas de injusticias contra la mujer y los más desfavorecidos pero para mi la injusticia que se produce en este libro me parece la peor de todas. La novela mantiene el mismo ritmo que las anteriores. Gaia, ahora es la Matrarca de Sailum. Dado que allí están a punto de extinguirse por la falta de recursos, decide recorrer un arduo camino para llegar a El Enclave. Lo que sucede es que en ausencia de Gaia la crueldad ha aumentado, su deseo de tener hijos sin enfermedades como la hemofilia ha aumentado pero para conseguirlo experimentan con mujeres sin recursos de manera cruel y sin medida.
Gaia es un personaje que ha cambiado mucho desde la primera novela. Nos encontramos con una mujer que ha dejado atrás su inocencia. Quiere cambiar las cosas pero lo que no sabe y se da cuenta demasiado tarde es que lo hará pagando un precio quizás demasiado alto. Es un personaje que ha crecido mucho, como ya he dicho, en estas tres novelas. Es una chica normal que ha sabido salir adelante, con esfuerzo, sacrificio y bastante dolor. Gaia ha perdido muchas cosas por el camino.
León es un hombre entregado, enamorado, cariñoso, tierno. Es uno de los personajes que más me gustan de esta novela. Gaia y él hacen muy buen pareja. Son un apoyo el uno para el otro. León es fuerza de Gaia en muchos sentidos. Incluso, a mi parecer, creo que es la persona que la mantiene fuerte, que la anima a luchar por aquello en lo que cree, es su pilar. El cuadrado amoroso que se formaba en la anterior novela aquí queda totalmente deshecho, a mi parecer demasiado rápido. Los personajes secundarios que brillaron tanto en la anterior novela, aquí quedan muy diluidos perdiendo la novela parte de su interés. Esto es quizás lo que menos me ha gustado. Creo que hay personajes secundarios que hubieran dado mucho juego y que pudieran aportado más cosas a la novela.
La novela es un broche para la trilogía. Sin embargo, es la que menos he disfrutado. Es una trilogía que presenta un mundo lleno de injusticias y crueldades. Ya no sólo contra los más desfavorecidos sino crueldad y aberración contra las mujeres. Lo que la autora describe aquí me parece una auténtica barbarie. Se trata de un mundo distopico donde el gobierno controla los recursos naturales, donde el fin justifica los medios para conseguir aquello que quiere. Lo disfrazan todo con buenas palabras. Lo que Gaia sufre al final de esta novela me hizo dejar de leerla. Me costo terminarla. Por su puesto todo sucede en el contexto del mundo que la autora ha creado. Sin embargo, siempre he visto a Gaia y León como muestra de esperanza en un mundo donde la barbarie y la crueldad están a la orden del día. El final es bastante agridulce. Quizás es porque estoy acostumbrada a los finales felices, pero tenía la esperanza de que la autora le diera un final feliz a esta pareja que tantas vicisitudes ha pasado.
La trilogía “Marca de nacimiento” es una trilogía que recomendaré por lo que representa, por el mundo y la sociedad que la autora ha creado, pero lo recomiendo desde una lectura crítica. Eso sí, no lo recomiendo para mentes sensibles ni para aquellos que busquen una historia de amor al uso. Es una de las mejores lecturas del año, sin duda, pero me ha decepcionado en muchos aspectos y en otros me ha parecido original y novedosa. Creo que para poder juzgarla y tener un criterio hay que leerla.