Utah promulgó este Martes una ley estatal que suspende la persecución de indocumentados y les da permisos para vivir y residir en la entidad, y abre un nuevo camino para el problema de la inmigración ilegal en este país, alejado del enfoque de Arizona.
La legislación forma parte de un paquete de cuatro iniciativas que fueron firmadas y promulgadas como leyes por el gobernador republicano de Utah, Gary Herbert, en una ceremonia en el Capitolio Estatal en Salt Lake City.
El conjunto de nuevas leyes frena por un lado, el acoso a los inmigrantes sin papeles y les autoriza a vivir y residir en la entidad, pero por otro, ordena a policías locales verificar el estatus migratorio de personas detenidas por algún delito.
El paquete de legislaciones coloca a Utah a la vanguardia de las demás entidades estadunidenses, al abrir con ello un nuevo camino al tratamiento de la inmigración ilegal en este país, alejado de medidas controversiales como las aplicadas en Arizona.
Una de las nuevas leyes, firmadas este martes por Herbert, ordena crear el primer programa estatal de “trabajadores huéspedes”, en el cual el estado otorgará permisos a inmigrantes indocumentados para continuar viviendo y trabajando en esa entidad.
La ley, emanada de la iniciativa HB116, autoriza al gobierno de Utah a emitir permisos a indocumentados residentes que pasen una revisión de historial delictivo, paguen una multa de dos mil 500 dólares y se comprometan a aprender el inglés.
Los permisos, que serían por dos años, permitirán a los inmigrantes sin papeles salir de las sombras de la ilegalidad para residir y trabajar en forma legal. La medida podría beneficiar a unos 110 mil inmigrantes indocumentados que se estima residen ya en Utah.
La iniciativa obligaría a Herbert a gestionar antes del 2013 ante la administración del presidente Barack Obama, una exención para que en Utah no se aplique la ley federal que establece como delito contratar indocumentados en forma consciente.
El gobernador resistió a lo largo de la semana una fuerte presión de parte de afiliados al “Partido del Té”, el ala más conservadora del Partido Republicano, que le pedían no firmar el paquete legislativo, por considerarlo una amnistía a los indocumentados.
El conjunto de nuevas leyes, conocido como la “Solución Utah”, intenta ejercer un equilibrio entre quienes demanda el endurecimiento de las leyes migratorias y los que piden la legalización de indocumentados y su integración a la sociedad.
Una de las cuatro leyes promulgadas hoy, surgida de la iniciativa HB497, ordena a los policías estatales y locales verificar el estatus migratorio de una persona que sea arrestada por algún delito, incluso los considerados menores.
La ley requiere que los agentes no utilicen la “presunción razonable” y se alejen de consideraciones de raza y color, para verificar el estatus de los arrestados, en una marcada diferencia a la ley anti-inmigrante SB 1070 aprobada en Arizona el año pasado.
Las otras dos iniciativas promulgadas como ley este martes, la HB469 y la HB466, complementan a las dos legislaciones anteriores con asuntos técnicos y previsiones. La HB469, integra la ley de trabajadores huéspedes con la creación del Programa Piloto de Inmigrantes Residentes Patrocinados de Utah, donde se establecen particularidades para ser admitido bajo el mismo.
La ley surgida de la HB466, crea la Comisión de Migración e Inmigración de Utah, que se encargará de implementar el Programa Piloto de Trabajadores Migrantes con Visa, para importar mano de obra extranjera no residente.
La ley autoriza al gobernador de Utah a negociar un memorando de entendimiento con el estado mexicano de Nuevo León para promover, facilitar y apoyar la migración de trabajadores legales mexicanos provenientes de esa entidad.
Herbert, dijo que la firma del paquete legislativo pone al gobierno federal sobre aviso para que se “enganche” en la solución del problema migratorio.
Ellos “han estado al margen mucho tiempo”, dijo el gobernador. "Tienen que entrar en el juego", indicó, al criticar la apatía de la administración del presidente Barack Obama, para dar una solución al problema de la inmigración ilegal.
Herbert explicó que el programa de trabajadores huéspedes le dará a Utah dos años para atraer la atención del gobierno federal, en tanto que la verificación de estatus legal “refuerzas los cimientos de la vigencia de la ley”.
El republicano, Michael Waddoups, líder del Senado estatal, dijo que las nuevas leyes migratorias no constituyen una amnistía, ni tampoco es una herramienta de perfil racial para la aplicación de la ley.
La Iglesia de Los Santos de los Últimos Días (Iglesia Mormona), dio su beneplácito a la promulgación de las nuevas leyes.
El Obispo Presidente de la Iglesia Mormona, David Burton, quien acudió a la ceremonia de la firma de las nuevas leyes, dijo que su presencia “testifica” que la iglesia aprecia estas iniciativas de inmigración que surgieron de la legislatura estatal.
El 60 por ciento de los 2.7 millones de habitantes de residentes de Utah son mormones incluyendo al gobernador Herbert.
Sin embargo, en una inusual coincidencia, grupos anti-inmigrantes y organizaciones que defienden los derechos de indocumentados, han criticado en la última semana las iniciativas que fueron promulgadas hoy como ley.
La Unión Internacional de Empleados de Servicio (SEIU) criticó las iniciativas al considerarlas peligrosas dado que los programas de trabajadores huéspedes resultaron malos para la economía de los trabajadores.
“Los programas de huéspedes dan lugar a una casta de tres niveles en el sistema de trabajadores en Estados Unidos, los ciudadanos, los trabajadores huéspedes y los trabajadores indocumentados. Este sistema oneroso deprime los salarios”, asegur+ó la unión sindical.
Grupos anti-inmigrantes como “American Patrol” y “We The People”, exigieron a Herbert durante la semana rechazar el paquete migratorio por considerar que otorga de hecho “amnistía” a indocumentados.
Analistas políticos advierten que la oposición a las nuevas leyes dará pie sin duda a una serie de demandas en su contra, que al igual que la ley SB 1070, enviara los nuevos estatutos a las cortes.
De hecho, la Unión de Libertades Civiles de América (ACLU) en Utah, adelantó que está estudiando las nuevas leyes para determinar la posibilidad de interponer una demanda legal.
La ACLU consideró que las propuestas migratorias mantienen la intención de la ley de Arizona de dar a la policía la habilidad de ayudar a la aplicación de las leyes de inmigración”.
11:59 a.m.
Utah promulgó este martes una ley estatal que suspende la persecución de indocumentados y les concede permiso para trabajar y residir en la entidad.
Con ello, Utah abrió un nuevo camino al tratamiento del problema de la inmigración ilegal a Estados Unidos, alejado del controvertido enfoque de la ley atiinmigrante de Arizona.
La nueva ley, firmada este martes por el gobernador republicano de Utah, Gary Herbert, creará el primer programa estatal de “trabajadores huéspedes”, bajo el cual el estado otorgará permisos a inmigrantes indocumentados para continuar viviendo y trabajando en esa entidad.
La ley, promulgada en una ceremonia en el Capitolio Estatal en Salt Lake City, autoriza al gobierno de Utah emitir permisos a indocumentados residentes que pasen una revisión de historial delictivo, paguen una multa de dos mil 500 dólares y se comprometan a aprender inglés.
Los permisos, que serían por dos años, permitirán a los inmigrantes sin papeles salir de las sombras de la ilegalidad para residir y trabajar en forma legal.
La ley ordena al gobernador a gestionar antes del 2013, ante la administración del presidente Barack Obama, una exención para que en Utah no se aplique la ley federal que establece como delito el contratar indocumentados en forma consciente.
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