Dentro de las hortalizas, hoy hablaremos de la coliflor, una que contiene un aporte calórico muy bajo, por lo que es ideal para realizar dietas de poco contenido calórico. Posee un alto contenido en fibra, esto provoca una gran sensación de saciedad en la persona que la toma, evitando que se caiga en la tentación de comer más. Dentro de sus características encontramos también que es un suave laxante natural, por lo que ayuda a mejorar y prevenir el estreñimiento.
El consumo de esta verdura, resulta muy interesante para aquellas personas diabéticas y las cuales tienen problemas de colesterol, colaborando a la hora de reducir los niveles de colesterol en sangre y también en los diabéticos, a controlar le glucemia.
Dado su alto contenido en agua y potasio, así como su poca cantidad de sodio, resulta perfecta para las personas que sufren de retenciones de líquidos, favoreciendo su eliminación. Por este mismo motivo, la coliflor es muy recomendable para personas que tienen dificultades para orinar o sufren hipertensión.
Esta hortaliza ayuda a prevenir la aparición de distintos tipos de cáncer, del mismo modo que enfermedades cardiovasculares, debido a que presenta en su composición fitoquímicos, que son sustancias que a pesar de no ser nutrientes esenciales, tienen efectos positivos sobre la salud. De hecho, en los últimos años se está estudiando la gran importancia que pueden tener estos fotoquímicos sobre nuestro organismo.
Para finalizar, la coliflor tiene un alto contenido de folatos, que están involucrados en la producción de los glóbulos blancos y rojos, la formación de anticuerpos y en la síntesis del material genético. Es muy recomendable su consumo en mujeres embarazadas.
En conclusión, la coliflor a pesar de que se puede cocinar de múltiples maneras, es un excelente alimento, con muchos y variados beneficios para nuestra salud.