Nombre Botánico: Echinacea purpurea – Echinacea
pallida – Echinacea angustifolia.
INGLÉS: Echinacea, Connefl ower FRANCÉS: Echinacea
ALEMÁN: Echinacea , Sonnenhut ITALIANO: Echinacea
PORTUGUÉS: Equinácea
FAMILIA: Asteraceas.
DESCRIPCIÓN.- Existen nueve variedades de equinácea, todas ellas son plantas herbáceas, perennes y con una raíz principal de la que salen numerosas raicillas. Con tallo delgado, hueco y velloso que alcanza un metro de altura, en el extremo de dichos tallos, entre junio y agosto, crecen flores de color violeta a púrpura dependiendo de la especie. La planta posee una roseta de hojas lanceoladas y vellosas como el tallo. La raíz es de color pardo grisáceo y estriada.
PARTES UTILIZADAS.- Se utiliza la raíz principalmente, aunque también se emplean las hojas y las sumidades floridas.
HÁBITAT.- Las equináceas tienen diferentes gustos según la variedad, así la Echinacea angustifolia crece en suelos secos del centro y el noroeste de Estados Unidos, mientras que la Echinacea pallida gusta de suelos húmedos en claros de bosque, cerca de campos de cultivo. La Echinacea purpurea abunda en suelos húmedos, en los márgenes de matorrales y prados del sudeste de los Estados Unidos. La Echinacea purpurea es la más cultivada y se ha convertido en la especie de suministro mundial. Se cultiva abundantemente en el centro de europa.
RECOLECCIÓN.- Las hojas y las flores se recogen en el momento de la floración. Las raíces se recolectan en otoño cuando la planta ya ha dado las semillas. Debe de tener, como mínimo, tres o cuatro años para que las raíces sean suficientemente grandes.
COMPONENTES PRINCIPALES.- La composición de la raíz de la Equinácea es sumamente compleja. Contiene polisacáridos, derivados del ácido cafeico, poliacetilenos de efecto bactericida y fungicida, flavonoides, aceite esencial (consta de más de 20 componentes), equinacósido, gran cantidad de alquilamidas, etc. Los estudios clínicos realizados sugieren que la Equinácea ayuda a prevenir gripes y constipados, a la vez que reduce la severidad y duración de estos.
PROPIEDADES Y ACCIÓN.- La propiedad más reconocida y que hace de la equinácea una de las plantas más estudiadas y reputadas en fitoterapia es la INMUNOESTIMULANTE, ya que a través de
una estimulación general, no específica, aumenta los mecanismos de defensa del organismo, incrementando la fagocitosis (destrucción de los microorganismos por los leucocitos), así como la inmunidad humoral (mayor producción de anticuerpos). Inhibe la síntesis de prostaglandinas y de la hialuronidasa.
Por esta propiedad INMUNOESTIMULANTE la equinácea está especialmente recomendada en casos de resfriados, gripes y procesos infecciosos varios en los que el organismo carece o tiene mermada su protección inmunitaria. La Comisión E y la ESCOP recomiendan el extracto de equinácea como tratamiento y profilaxis de infecciones recurrentes del tracto respiratorio superior (resfriado común) y también del tracto urogenital. La Comisión E le da gran valor en el tratamiento de soporte en las infecciones gripales. En un estudio doble-ciego, placebo controlado con 180 voluntarios, investigadores alemanes encontraron que el extracto de Echinacea purpurea ayudaba en casos de gripe, disminuyendo los síntomas (inflamación nasal y de las glándulas) y reduciendo la duración de esta.
Otro estudio alemán evaluó la actividad de un extracto de Echinacea purpurea sobre el curso y la severidad de catarros y síntomas gripales en pacientes altamente propensos a infecciones por su contenido de células T sanguíneas. Se trataron más de 120 pacientes, de los que la mitad recibieron dosis diarias de extracto. Comparado con el grupo al que se le suministro un placebo, el grupo tratado tenía síntomas más leves, menos infecciones y más cortas así como periodos más largos entre infecciones. La equinácea presenta igualmente una actividad antiinflamatoria y antiedematosa debido a la inhibición de la hialuronidasa tisular y bacteriana que impide la difusión de los gérmenes patógenos. Por esta razón se recomienda en pacientes afectados de artritis crónica.
Su acción antitérmica y analgésica se debe a que produce vasodilatación y sudoración. Se recomienda en casos de afecciones prostáticas por su efecto descongestivo sobre la glándula prostática. Por último señalaremos su importante acción como cicatrizante y reepitalizante reduciendo el número de necrosis celulares. Favorece la formación del tejido de granulación, responsable de la curación de las heridas. A esta acción cicatrizante se une la actividad antivírica y antibiótica debida a la presencia del equinacósido y otros ésteres cafeicos. Por esto es sumamente efectiva en abscesos, heridas, quemaduras infectadas, úlceras de la piel, etc., tanto por vía interna como aplicado externamente. Estudios “in vitro” muestran actividad inhibidora contra Trichomonas vaginalis, lo que confirma su uso tópico en preparaciones como ungüentos y cataplasmas vaginales. El extracto se emplea en gotas y para uso externo en pomadas.
CONTRAINDICACIONES.- Está contraindicada en trastornos sistémicos progresivos y en enfermedades como tuberculosis, colagenosis, esclerosis múltiple, SIDA, etc. Su administración por vía parenteral puede producir reacciones febriles, nauseas, vómitos e incluso shock alérgico. Evitar la vía parenteral durante el embarazo y la lactancia, así como en casos de propensión a alergias y en individuos diabéticos (puede producir un empeoramiento de su situación metabólica).
INTERACCIÓN CON MEDICAMENTOS.- Evitar la administración conjunta con fármacos que puedan causar daño hepático, del tipo amiodarona, metotrexato, etc.
MODO DE EMPLEO.-
Infusión: 2-2,5 gr varias veces al día, mejor entre comidas.
Decocción: 1 gr tres veces al día.
Extracto fluido: 0,5 ml tres veces al día.
Extracto seco: 400 mg-1 gr al día
Uso externo: Se utilizan compresas de decocción o apósitos de tintura diluida en agua. Estas recomendaciones de uso son genéricas y están siempre sujetas a las indicaciones del fabricante o profesional.
UN POCO DE HISTORIA nombre procede del griego echino, que significa “espinoso” por el disco central espinoso de la cabezuela floral. Los nativos de América del Norte la llamaban ek-ihnay-sel-uh. Estos fueron los primeros en utilizar la equinácea con fines curativos en picaduras de serpientes y otras dolencias. Los indios Sioux utilizaban las raíces frescas para la hidrofobia y las mordeduras de serpiente, y los hechiceros de esta tribu curaban la rabia mucho antes de que Pasteur descubriera la vacuna antirrábica. También los Cheyennes mascaban la raíz durante su ritual de la Danza del Sol. Estos indios utilizaban el polvo de la raíz para problemas en la boca, reumatismo, artritis y sarampión. El primer uso comercial lo hizo la compañía Lloyd Brothers utilizando productos farmacéuticos a base de equinácea para heridas, picaduras, difteria, meningitis, sífilis, gangrena, etc., hacia finales del siglo XIX. Alrededor de 1890 se comenzó a exportar a Europa, y hasta 1930 en la mayoría de los productos se utilizó la Echinacea angustifolia.
Debido a las continuas faltas de materia prima Gerhard Madaus importó semillas para su cultivo en Europa. Sin embargo debido a un error las supuestas semillas de Echinacea angustifolia resultaron ser de Echinacea purpurea, a partir de entonces la especie predominante. Es por esto que la mayoría de las investigaciones científicas realizadas en Europa sobre la equinácea se han realizado con Echinacea purpurea. En 1957 se descubrió que el extracto de equinácea reduce aproximadamente un 22% la inflamación articular, comparable al efecto de la cortisona.
De las nueve variedades de Equinácea existentes tres se utilizan por sus propiedades medicinales: Purpurea – Angustifolia – Pallida. Las otras seis variedades están más limitadas en extensión y población. La Echinacea Tennesseensis y la Echinacea Laevigata aparecen en la lista de especies federales (EEUU) en peligro.
EQUINÁCEA Y CÁNCER
La radioterapia y la quimioterapia producen una gran disminución de las defensas del organismo. La equinácea es muy efectiva en el aumento de los leucocitos y mejora de las defensas.